El proyecto YANE 1 de generación eléctrica, en base al bagazo de caña, no puede ser implementado por falta de una licencia gubernamental a la Compañía Rural de Electrificación (CRE), informó el jefe de división de la Unidad Productiva de Generación de esta institución, Juan Pablo Lichtenstein.
La Licencia de Generación Eléctrica es necesaria para que la compañía realice las inversiones y proceda a la ejecución de este proyecto de energía renovable, indicó Lichtenstein. La entrega de la licencia, que es responsabilidad de la Autoridad de Fiscalización y Control Social, dependería de la respuesta del Viceministerio de Medio Ambiente, que fue consultado en febrero del 2009 sobre si el bagazo es un recurso natural renovable.
Energy Press intentó comunicarse con el director ejecutivo de la Autoridad de Fiscalización y Control Social, pero en esa oficina informaron que se encontraba de viaje. Asimismo, se trató de contactar al viceministro de Medio Ambiente sin obtener respuesta alguna. Una vez obtenida la licencia de generación, el proyecto Yane 1 estaría en marcha un año y medio después.
La inversión total es de aproximadamente $us 20 millones para la instalación de dos turbogeneradores de 10 y 20 megavatios (mW) de potencia instalada, una subestación de transformación y una línea de 33 kilómetros entre la planta en Unagro y la subestación Montero en Santa Cruz, de acuerdo a un comunicado de CRE. El emprendimiento generará 35 mW, lo cual representa aproximadamente el 10% de la demanda de electricidad del departamento cruceño, mientras la cantidad de energía anual que se va a generar es de 150.000 mW por hora, indicó Lichtenstein.
El proyecto constaría de 2 turbogeneradores de tecnologías distintas, uno de 25 mW y otro de 10. “El de 25 mW es de condensación, es decir, que convierte el vapor en agua y puede ser utilizado todo el año, mientras el de 10 mW es de contrapresión y sólo funcionaría en época de zafra”, agregó.
“El concepto es que Unagro como ingenio, que es dueño del bagazo de caña, se encargue de quemar el bagazo, calentar el agua y con ello generar vapor, que luego nos vendería para que nosotros lo utilicemos en la generación de energía eléctrica”, expresó.
En época de zafra, que comprende los meses de abril a noviembre, la generación de energía eléctrica sería de 35 mW, mientras en época de interzafra o no zafra, que comprende de noviembre a marzo, se generaría 25 mW.
VENTAJAS
La producción de energía eléctrica a partir del bagazo, residuo que queda de la caña después de exprimirle todo su jugo, tendría ciertas ventajas para los consumidores en general, según Lichtenstein. Por una parte, se trata de energía competitiva que viene de un recurso renovable, por lo que se evitaría la emisión anual de 70.500 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al medio ambiente.
También se diversificarían las fuentes de generación en el sistema eléctrico boliviano, dependiente del gas natural y de la hidroelectricidad, dando confiabilidad al sistema. Así, el gas podría ser exportado a un precio mayor que en el mercado interno, lo cual significaría mayores ingresos y divisas para el país.
Además, se aprovecharía el bagazo, que es el residuo o la celulosa que queda de la caña de azúcar después de exprimirle todo el jugo para la producción de azúcar o de alcohol. Posteriormente, el bagazo es quemado para calentar el agua y convertirlo en vapor para la generación de energía eléctrica.
“Si no fuera quemado, el bagazo se pudre y produce metano que es mucho más nocivo para el medio ambiente que el mismo dióxido de carbono”, agregó Lichtenstein.
Fuente: Energy Press