sábado, 29 de junio de 2013

Trilema Energético la Realidad Boliviana

Bolivia se desempeña bien en la seguridad energética. Lo dice el Índice de Sostenibilidad Energética 2012 realizado por el Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés) que ubica al país en el puesto 45 del ranking global.

El país tiene una fuerte proporción de la producción a la oferta total de energía, buena diversificación de la producción de electricidad y un margen mayor en lo alto de la gasolina.

Sin embargo, indica el documento, su tasa de crecimiento del consumo de energía de cinco años es un indicador positivo débil para la seguridad energética.

Como sólo el 78% de la población tiene acceso a la electricidad, y debido a los altos precios de la gasolina, Bolivia realiza un mal papel en la equidad social. En cuanto a la mitigación del impacto ambiental alcanza puntuaciones medias en todos los indicadores.

Futuro Energético
La aspiración universal es proporcionar sistemas de energía que sean simultáneamente asequibles, estables y ecológicamente sostenibles.

En ese sentido, “no podemos estar ausentes a los desafíos energéticos y de lo que en el ámbito internacional está sentando las bases del debate sobre los aspectos de la sostenibilidad de la energía”, asegura Yussef Akly, gerente de Estrategias de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE).

Es por ello, que el VI Congreso Internacional Bolivia & Energía, a realizarse el 21 y 22 de agosto próximo en Santa Cruz, tiene como temática central: “Desafío para el Futuro, Soluciones al Trilema Energético”.

El reto de estos tres aspectos fundamentales tiene que ver con “cómo hacemos para conjugar un justo equilibrio entre la seguridad energética, la mitigación del impacto ambiental y la equidad social”, resalta.

Tarea pendiente
Uno de los principales desafíos pendientes para mantener ese equilibrio a mediano y largo plazo es sin duda el cambio de la matriz energética boliviana hacia un modelo menos dependiente de los hidrocarburos, sostiene el analista energético, Bernardo Prado al resaltar que los restos principales en este tema son “Invertir, invertir e invertir”.

Para el experto en hidrocarburos, Francesco Zaratti, la seguridad energética tiene varios aspectos, en estrecha analogía con la seguridad alimentaria.

El principal es asegurar a la población diariamente la energía en todas las formas en que la consume. Por ejemplo, no serviría de nada tener excedentes de gas si no hay combustibles líquidos para los coches.

En segundo lugar está la manera de lograr ese objetivo. Eso se logra diversificando la matriz energética: la dependencia de una sola forma de energía no da seguridad.

Finalmente está la previsión: hay que tener comida en la despensa, o sea reservas y emprendimientos que garanticen el normal suministro de la energía no sólo hoy sino también mañana y durante un período razonable. En hidrocarburos el período razonable es de 10-15 años, tiempo de maduración de nuevos proyectos.

“Hay que abrir todo el abanico de posibilidades y avanzar en la concreción de proyectos que permitan abundancia energética para el país”, agrega Akly.

Políticas
El Índice de Sostenibilidad Energética clasifica a los países miembros del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés) en términos de su probable capacidad de proporcionar políticas de energía sostenible a través de las tres dimensiones del Trilema de Energía:

La seguridad energética: la gestión eficaz del suministro de energía primaria a partir de fuentes internas y externas, la confiabilidad de la infraestructura de energía, y la capacidad de participar de las empresas de energía para satisfacer la demanda actual y futura.

La equidad social: la accesibilidad y la asequibilidad del suministro de energía a través de la población.

Mitigación del impacto ambiental: el logro de la oferta y la eficiencia energética de la demanda y el desarrollo del suministro de energía a partir de fuentes renovables de bajo carbono y otros.

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miércoles, 5 de junio de 2013

Bolivia es uno de los países que más sufre por el cambio climático

Bolivia es uno de los países que menos incide en el cambio climático al ser muy baja su emisión de gases efecto invernadero, pero es, sin embargo, uno de los que más sufre por ese fenómeno, según dos estudios presentados ayer por Naciones Unidas.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentó las investigaciones centradas en el impacto del cambio climático en la rica biodiversidad de Bolivia y en la salud de su población, con el fin de orientar las acciones para paliar los efectos adversos de dicho fenómeno.

País más vulnerable
La investigadora Jocelijn François, a cargo de la investigación sobre el impacto en biodiversidad, explicó en una conferencia que aunque Bolivia tiene muy bajas emisiones contaminantes, "es uno de los países más vulnerables" ante el cambio climático.

Esto se debe a que en el país hay una extrema pobreza, ecosistemas variables, deforestación, clima inestable y glaciares tropicales, indicó la experta, que también lamentó que Bolivia no cuente con información científica para afrontar el cambio climático.

La temperatura subió
Según François, la temperatura en Bolivia subió en los últimos 25 años entre 0,08 y 0,34 grados centígrados en diversas regiones, y el pronóstico es que habrá aumentos de 1 a 2 grados centígrados hasta 2030 y de 5 a 6 grados hasta 2100.

Asimismo, destacó que se viven cambios en los patrones para la distribución y la intensidad de las lluvias porque hay un descenso en áreas ya de por sí secas, y un aumento en las húmedas como la Amazonía.

También se ha incrementado la frecuencia con la que suceden eventos extremos como granizadas en el altiplano e inundaciones e incendios forestales en la zona amazónica, además de retrocesos en los glaciares.

Sin proyecciones
La investigadora sostuvo que no se puede hacer una proyección realista de los impactos del cambio climático en la biodiversidad de Bolivia, considerada una de las 17 naciones del mundo con mayor riqueza en esta área por la variedad de especies que posee.

Advirtió, sin embargo, de que el cambio climático está afectando los sistemas acuáticos, los bosques de neblina y páramos, y provoca migración y riesgos de extinción de especies, así como la aparición de enfermedades y plagas, todo lo cual afecta a la biodiversidad.

Marco legal
La investigadora consideró que el marco legal para afrontar el cambio climático es "incompleto, ineficiente y débil", recomendó frenar la deforestación y destacó que "las áreas protegidas son esenciales para la mitigación y adaptación al cambio climático".

Problemas de salud
Sobre los problemas provocados en la salud, el experto Mirko Rojas destacó que "Bolivia es un país altamente vulnerable al cambio climático" y mostró mapas en los que se refleja cómo el territorio boliviano y gran parte de Brasil en 2100 sufrirán el mayor aumento de temperatura de la región.

Aumento del dengue
Rojas alertó sobre el aumento del dengue, las infecciones respiratorias agudas y las enfermedades diarreicas agudas, que son sensibles al cambio climático y afectan a la población más pobre.

Advirtió, asimismo, sobre la necesidad de tener sistemas de vigilancia ante la posible presencia de gripe aviar y el cólera ante la posibilidad de que se desencadenen epidemias regionales al ser dos patologías asociadas a las épocas de lluvias.

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