En cuatro áreas del país el potencial del viento puede lograr la generación de electricidad con capacidad para hacer que máquinas desde sólo 50 vatios hasta 5 mil kilovatios funcionen e incluso aportar al Sistema Interconectado Nacional (SIN), que suministra energía a gran parte del territorio.
El primer Atlas Eólico de Bolivia, publicado en junio pasado, muestra que el recurso eólico más importante está concentrado en Santa Cruz, especialmente al sur y al oeste del centro urbano y en parte del Chaco.
A esta zona sigue la frontera suroeste de Bolivia con Chile y Argentina en el departamento de Potosí en la región de los Lípez. El tercer sector es un “corredor” que va más o menos de este a oeste entre las ciudades de Santa Cruz y La Paz pasando por Cochabamba. Se incluye la región del lago Titicaca con alta concentración de viento.
Finalmente, la cuarta área con potencial de energía eólica es otro “corredor” entre el sitio justo al este de la ciudad de Oruro y al oeste de la ciudad de Potosí.
En todos los sectores mencionados, la velocidad del viento a 80 metros de altura puede llegar incluso hasta los nueve metros por segundo, capacidad apta para aprovechamiento comercial. En el norte de Bolivia, el recurso eólico es prácticamente inexistente.
Primer paso
El Atlas Eólico, un proyecto del programa de Energía Renovables de la Transportadora de Electricidad (TDE) elaborado por la consultora estadounidense 3TIER con el apoyo financiero del International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial, permitió resolver uno de los principales obstáculos de los inversionistas, gubernamentales o privados, la falta de información sobre las potencialidades del viento en el país dando un primer paso para el desarrollo de energía eólica.
El gerente de Ingeniería y Construcción de la TDE, Miguel Ángel Aramayo, resalta además el importante salto tecnológico en el registro efectuado por 3TIER, especializada en simulación meteorológica, que utilizó información geológica, topográfica y estadística satelital de más de 30 años para lograr el Atlas.
Sin esa tecnología, Aramayo indica que conseguir los datos sólo hubiese sido posible instalando 274 mil estaciones meteorológicas en el país cada dos kilómetros y tomando registros por 10 años.
Expectativa
Con la información disponible, ahora resta que los proyectos en energía eólica comiencen a ser ejecutados.
Las expectativas son grandes pues se trata de una forma de energía simple y limpia que puede ayudar a resolver la falta de electricidad especialmente en comunidades alejadas.
Aramayo dice que la electricidad generada por el viento puede, por ejemplo, solucionar el problema de varios pueblos de oriente que deben depender del diesel para hacer funcionar pequeños generadores eléctricos.
Otras comunidades rurales pueden aprovechar la energía eólica con aerogeneradores de electricidad para que funcionen bombas de agua, molinos y otros.
De esta manera, el viento, un recurso natural más con el que cuenta Bolivia, tiene ahora la posibilidad de convertirse en energía con grandes beneficios y ventajas.
365 días de información disponible en Internet
El Atlas Eólico de Bolivia es accesible como base de datos y mapas en una plataforma en Internet, a través de TDE y otras entidades. En la red, con las coordenadas de una comunidad, municipio o instalación es posible conocer las características del viento y su potencial energético. El Atlas está disponible en la página http://firstlook.3tier.com/.
EL ROL DE LA ENERGÍA EÓLICA ES DE COMPLEMENTARIEDAD
Opción limpia que gana espacio
La energía eólica es una alternativa renovable que aunque aún no está muy difundida, se ha ido extendiendo rápidamente debido a las mejoras tecnológicas y la creciente preocupación por las emisiones asociadas a la quema de combustibles fósiles.
Aunque el uso del viento para la producción de electricidad tiene limitaciones, ya que depende de la variabilidad del recurso eólico, llega a ser un complemento de otras fuentes de energía con gran impacto.
La energía eólica se genera gracias al sol ya que el viento surge de las diferencias de temperatura. Por ejemplo, el viento en agosto es mucho más intenso que en diciembre o en enero porque la posición del sol y el calentamiento de las diferentes zonas es diferente. También varía por las estaciones e incluso a lo largo del día
“El viento es variable y ese es uno de sus problemas porque no se puede confiar en una fuente de energía que es variable. Eso la hace un poco difícil manejar y de ahí que el uso más adecuado que tiene la energía eólica es complementando a otras fuentes”, explica el gerente de Ingeniería y Construcción de la TDE, Miguel Ángel Aramayo.
Su uso, tal como ocurre en países que ya desarrollan energía eólica —EEUU, Dinamarca y Alemania y otros—, es para sustituir, cuando el viento se encuentra en mayor actividad, la utilización de diesel, gasolina u otros; también la energía del viento puede ser almacenada.
ANÁLISIS
“Importante aporte al conocimiento”
“Todo aquello que no puede expresarse en números es que no se conoce” era la expresión aplicable al potencial eólico que tiene el país y que no obstante los ponderables esfuerzos por conocerlo y la percepción de su existencia, representaba un vacío que ha impedido aprovechar este recurso empleado por el hombre desde hace más de 3 mil años en las más diversas formas.
El primer Mapa Eólico de Bolivia concluido en 2006 fue un trabajo pionero en su género. Se rescató y recopiló datos registrados diariamente durante más de 10 años en 201 estaciones meteorológicas del Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología, integrándolos en una base de datos y procesándolos hasta obtener mapas temáticos y la valoración del potencial energético del viento en cada estación. Se demostró que Bolivia tiene energía eólica aprovechable en diversas zonas, particularmente Santa Cruz, Potosí y parte de La Paz, Oruro y Cochabamba.
Sobre la base de los alentadores resultados del primer mapa, con el respaldo del IFC (International Finance Corporation) fue elaborado el Atlas Eólico de Bolivia que constituye el producto más importante del programa de TDE que se desarrolla para fomentar el aprovechamiento y uso de energías renovables.
El Atlas Eólico es un importante aporte al conocimiento de los recursos energético renovables del país. Ha permitido valorar el potencial energético del viento en todo el territorio nacional, agregando a la abarrotada alacena de recursos energéticos que tiene Bolivia uno nuevo que en el mundo desde 1980 es intensivamente aprovechado por ser limpio y renovable.
Miguel Ángel Aramayo, Gerente de IngenierÍa y Construcción de TDE
Fuente: Los Tiempos
Me alegró muchisimo encontrar esta importante noticia, la verdad ya tenia conocimiento de un anterior mapa Eólico de Bolivia, pero debo aceptar que este reflejará mejor la realidad para los cálculos necesarios que se requieran hacer para proyectar la producción de un parque eólico en el caso que se requiera.
Por otro lado, debo aclarar a Miguel Angel que en la parte que menciona: "“El viento es variable y ese es uno de sus problemas porque no se puede confiar en una fuente de energía que es variable...", estoy de acuerdo que es variable pero se puede predecir de una forma muy exacta, y sin cometer grandes errores, para eso esta la estadística. Y es cierto que el uso adecuado es complementario y lo mejor seria una combinación de energía eólica con solar o de biomasa.
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