Si tomamos el promedio anual de radiación solar de Bolivia (IGH) de los años 1999 al 2013, veremos que en el altiplano sur del país alcanzamos 2.700 Kwh/m2-año (Kilowatts hora por metro cuadro al año) y en el oriente del país 1.800 Kwh/m2-año.
La radiación solar que recibe Bolivia es dos a tres veces más alta que la de Alemania, que es uno de los países que más energía solar produce en el mundo y que tiene una radiación global horizontal de 1.000 a 1200 Kwh/m2-año.
Sin embargo, Bolivia, con una superficie tres veces más grande que la de Alemania (1.098.581 km² vs. 357.168 km²), tiene hasta noviembre del 2016 una capacidad instalada de sólo 5 MW de energía solar fotovoltaica frente a más de 40.000 MW que el país germano tiene en la actualidad. En otras palabras, Alemania, con una radiación solar de menos de la mitad y una superficie de casi un tercio de Bolivia, tiene 8.000 veces más energía solar fotovoltaica instalada en su territorio.
Bolivia aún no ha aprovechado el altísimo potencial para generación de energía solar que tiene a nivel de Latinoamérica y el mundo.
En el contexto latinoamericano, según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA por sus siglas en ingles), al año 2014 Chile lidera la región con 848 MW de energía fotovoltaica instalados, seguido de Honduras con 455 MW, México 234 MW y Perú 96 MW. Esta carrera por la energía solar fotovoltaica se acelera en el último año y medio y para julio del 2016 Chile ya tiene en operación 1.267 MW y otros 1.676 MW estarían en construcción.
Pequeños sistemas fotovoltaicos
A lo largo de las últimas dos décadas, se han ejecutado en Bolivia pequeños proyectos de aprovechamiento de radiación solar a nivel termo solar y fotovoltaico. Los proyectos termo solares que concentran la energía del sol para obtener calor se han dado sobre todo a través de cocinas solares, calefones solares y secadores de madera. Por ejemplo, la Asociación Inti Illimani ha instalado cerca de 6.500 cocinas solares en los departamentos de La Paz, Oruro y Cochabamba. Estas cocinas solares se utilizan para la cocción lenta de alimentos, el secado de productos agrícolas, y para contribuir a la reducción del consumo de combustibles como el gas en garrafas y la leña. De esta manera, se contribuye a la lucha contra la deforestación, ya que una cocina solar salva alrededor de cien árboles en 15 años.
A nivel fotovoltaico, se han instalado pequeños sistemas para iluminación, telecomunicaciones, bombeo y purificación de agua, sobre todo en el área rural. La mayoría de estos pequeños sistemas fotovoltaicos son de 50 a 100 watts y almacenan la electricidad en baterías para su uso en la noche. Un ejemplo es ECOENERGÍA FALK S.R.L., que desde el año 1992 ha instalado 865 de estos sistemas en diferentes regiones del país.
En los últimos años, mediante el Programa electricidad para vivir con dignidad dependiente del Ministerio de Energías, se han desarrollado proyectos sobre todo para las áreas rurales alejadas de las redes de distribución de electricidad para promover la instalación de pequeños sistemas fotovoltaicos y termo solares, distribuir pico lámparas e implementar sistemas híbridos.
Algunos ejemplos de estas iniciativas son:
- El Programa de Fuentes de Energía Moderna, que cuenta con un financiamiento de 1,2 millones de dólares de Dinamarca y que espera beneficiar a cinco mil familias hasta fines del 2016 en el departamento de Pando.
- El Programa de Electrificación Rural-PER BID (BO-L1050), que tiene un componente de de proyectos piloto con energía renovable por un monto total de 5 millones de dólares. Este programa que debía concluir el 2016 incluía pico sistemas fotovoltaicos para beneficiar a 1.800 familias de Pando y un sistema híbrido a energía solar y diesel para atender a 124 familias en “El Espino”, Santa Cruz. “El Espino” tendrá una potencia de 60 kW y contará con 240 paneles solares de 250 watts cada uno. El costo de este sistema híbrido llegará a los 700.000 USD y está diseñado para reducir de 24 a 3 horas diarias el consumo y uso de un generador a diésel.
- El Programa de Electrificación rural con energía renovable (PERER-BID (GRT/ NV-14258-BO)) que busca beneficiar hasta el 2018 cinco mil familias en Beni, La Paz, Potosí, Oruro y Santa Cruz por medio de sistemas fotovoltaicos y termo solares en escuelas y postas de salud, provisión de pico sistemas fotovoltaicos y la implementación de sistemas híbridos, con un financiamiento total de 5,2 millones de dólares.
- El Programa Infraestructura Descentralizada para la Transformación Rural (IDTR II), financiado con recursos provenientes del Banco Mundial (BM), que busca llegar hasta 12.609 hogares con sistemas fotovoltaicos domiciliarios y a 138 unidades educativas con Sistemas Fotovoltaicos Sociales (SFVS) en los departamentos de Potosí y Chuquisaca hasta el año 2021. El costo total de la inversión, que incluye además la extensión de redes eléctricas y su densificación en 18 municipios de estos departamentos, asciende a 50 millones de dólares.
- El Programa de implementación de sistemas fotovoltaicos y termo solares en 21 centros de salud del área rural de Pando.
Así mismo la Secretaría Municipal de Medio Ambiente del Municipio de La Paz, con el apoyo del municipio de Bonn de Alemania, busca desarrollar dos experiencias piloto: una para la autogeneración de electricidad para las oficinas de dicha secretaría y otra para la provisión de energía fotovoltaica a dos establecimientos escolares. Para los estudios, la adquisición de equipos y la instalación de los mismos, la Municipalidad de La Paz cuenta con un financiamiento de 106.000 euros.
Las universidades de la ciudad de La Paz también han desarrollado iniciativas orientadas a la experimentación y la capacitación. Este es el caso de la Universidad Mayor de San Andrés, que tiene instalados dos proyectos de electricidad fotovoltaica, uno fijo y otro de seguimiento al sol, que alimentan con la ayuda de baterías de plomo un sistema de 14 focos y una oficina.
Primeros sistemas aislados de 5 MW
El proyecto en operación de mayor capacidad en Bolivia se encuentra en Cobija, Pando. Se trata de un sistema de generación eléctrica híbrido basado en energía fotovoltaica y diésel. Este es un sistema aislado que no está integrado a la red interconectada de electricidad del país y que usa energía eléctrica generada por la combustión de diésel cuando la oferta de energía solar fotovoltaica no es suficiente para abastecer la demanda de Cobija.
El componente fotovoltaico de este sistema está compuesto por 17.334 paneles solares policristalinos de 300 vatios cada uno. En total, la potencia instalada es de 5,1 MW y ha tenido una inversión total de 11,3 millones de dólares, de los cuales 4,98 millones de dólares han sido provistos por ENDE y 6 millones de dólares por la cooperación Danesa.
Así mismo está en curso otro proyecto solar híbrido aislado de 5 MW para Riberalta y Guayanamerín que tiene un costo de 12 millones de dólares y entraría en operación el 2017.
Primeras experiencias de conexión a la red
La primera experiencia piloto de un pequeño proyecto fotovoltaico que inyectará electricidad al Sistema de Interconexión Nacional se está construyendo en el campus de Cota Cota de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz con el apoyo de la Cooperación Japonesa. Este pequeño sistema consta de 250 paneles de 200 vatios cada uno. La potencia total instalada será de 50kW y se tratará de un proyecto pionero en conectarse a la red.
Un proyecto similar, también financiado por JICA, pero de 150kW de potencia, está siendo construido simultáneamente en Santa Cruz para abastecer sobre todo al aeropuerto de esa ciudad.
En una primera fase, la electricidad del sistema fotovoltaico de 50 kW que está ubicado en el campo universitario de Cota Cota será entregada sin costo alguno a la red, para posteriormente llegar a un acuerdo en torno al precio de compra de esta electricidad fotovoltaica. La conexión a la red y el pago por la energía solar será una experiencia que marcará un precedente a nivel técnico, normativo y económico que contribuirá a futuros emprendimientos de conexión a la red que se basen en el esquema de balance neto.
Proyectos de más de 50 MW integrados a la red
De concretarse lo actuales proyectos en curso, durante los años 2017 y 2018 se producirá un salto en la generación de energía fotovoltaica en Bolivia. De la fase de los pequeños proyectos piloto y los sistemas aislados, se pasará a una fase de producción de más de 110 MW.
Los proyectos de energía solar fotovoltaica de mayor envergadura hasta la fecha y que más avances presentan son el proyecto Uyuni, de 60 MW de potencia, y el proyecto Oruro Fase I, de 50 MW de potencia.
Según la Revista de Energía para todos, del Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas, el proyecto Uyuni de 60 MW empezará a operar el año 2017 y estará integrado al SIN (Sistema Interconectado Nacional). Este proyecto, de acuerdo a la Ley N° 769 de 17 de diciembre de 2015, del Presupuesto General del Estado para la Gestión Fiscal 2016, será ejecutado por ENDE con financiamiento de un crédito de 654.240.004 bolivianos del Banco Central de Bolivia.
El proyecto Oruro Fase I, de 50 MW, entraría en funcionamiento el año 2018 bajo la supervisión de ENDE Guaracachi, con un costo total de 870 millones de bolivianos. El 19 de julio de 2016, se aprobó la Ley Nº819 por la cual se aprueba el Convenio de Crédito N° CBO 1006 01 F, suscrito entre el Estado Plurinacional de Bolivia y la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), por un monto de hasta sesenta millones de euros destinados al financiamiento parcial del Proyecto Construcción de la Planta Solar Fotovoltaica Oruro Fase I.
De menor escala, pero también integrado al SIN, sería el proyecto Yunchara Tarija, de 5MW. Este proyecto entrará en operaciones el año 2017 y demandará una inversión de 12 millones de dólares.
Estos tres proyectos fotovoltaicos que estarían en funcionamiento el 2017 y 2018 representarán una ampliación de 115 MW de potencia al Sistema Interconectado Nacional. Esto representa un importante avance, considerando que para junio del 2016 la potencia instalada en el SIN era de 1800 MW.
A estos tres proyectos que estarían en fase de contratación y ejecución hay que añadir el proyecto Oruro Fase II, de 50 MW, que está en estudio y que, de concretarse, entraría en funcionamiento el año 2019 con una inversión de 125 millones de dólares. Con la inclusión de este cuarto proyecto se tendría hasta fines de la presente década 165 MW de potencia instalada en energía solar fotovoltaica interconectada a la red nacional de electricidad con una inversión total de 2.463 millones de bolivianos (354 millones de dólares). Esto significa que en promedio la inversión sería de 2,2 millones USD por MW.
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1 comentario:
Muy buen post
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