sábado, 31 de agosto de 2013

Biodiésel, de la Naturaleza al Motorizado

Es posible lograr la autarquía energética en Bolivia? La primera planta piloto de producción de biodiésel en el país, implementada por el Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT), dependiente de la Secretaría de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, da luces para alcanzar este propósito.

Distante a 75 kilómetros al norte de la capital cruceña, en la Estación Experimental Agrícola de Saavedra (EEAS), se encuentra la planta piloto de biodiésel que inició sus operaciones con fines de investigación en procesos de producción del biocombustible con materias primas (aceites) de diferentes especies vegetales.

En la planta, a nivel experimental, los investigadores del CIAT obtienen biodiésel de aceite de soya, girasol y cusi, para evaluar la calidad y el rendimiento como biocombustible y así obtener información sobre la potencialidad y viabilidad de su producción.

No obstante, indicó que en el departamento existen mayores posibilidades de elaborar biodiésel de aceite de soya. “Solamente con la superficie cultivada de soya que tenemos actualmente podríamos producir biodiésel para hacer mezclas con diésel de petróleo y cubrir un 20% de la demanda”, dijo.

Allí, en la planta, no se realizan los procesos de extracción de aceite de las especies vegetales, ya que el proyecto no cuenta con prensas ni equipos de extracción de aceite, por lo que el CIAT obtiene la materia prima (aceite) de empresas aceiteras para fines de investigación.

La capacidad de producción de la planta es de 210 litros por día de biodiésel, informó Blas García, responsable del Proyecto Biodiésel en el CIAT.

El investigador sostuvo que se trata de un proyecto estratégico de investigación en bioenergías, considerando que el país es deficitario en la producción de diésel derivado de petróleo.

La planta piloto de biodiésel fue diseñada por técnicos del CIAT y construida en acero inoxidable por la empresa Planagro, que se adjudicó la construcción, instalación, montaje y puesta en marcha de la planta por un monto de $us 56.000, financiado por la Gobernación de Santa Cruz.

PIÑÓN, EN INVESTIGACIÓN
Con el objetivo de generar información técnica sobre materias primas y procesos de producción de biodiésel con aceites de especies vegetales que no compitan con la seguridad alimentaria del país, el CIAT está trabajando en investigación con el piñón (Jatropha curcas).

Se trata de una especie potencial para materia prima de biodiésel, por el alto contenido de aceite que tienen sus semillas (39%). De acuerdo con explicaciones de Blas García, contienen el doble de aceite en comparación con la soya, que tiene 18%.

La institución ha establecido ensayos de investigación con piñón en diferentes zonas agroecológicas del departamento (Saavedra, Pailón, Camiri, Roboré, Cabezas y Charagua), con la finalidad de evaluar su comportamiento y seleccionar materiales genéticos altamente productivos, adaptados a las condiciones edafoclimáticas de cada zona y, de esta manera, generar nuevas variedades de cultivos bioenergéticos para biodiésel.

Según García, la semilla del piñón es tóxica y por ello no se puede aprovechar su torta después de extraer el aceite. Por ello, los investigadores de muchos países están trabajando para generar variedades que no sean tóxicas.

CARACTERÍSTICAS
El biodiésel es un biocombustible que se elabora a partir de aceites vegetales, a través del proceso químico de transesterificación. Puede ser usado en el motor, puro o mezclado con combustible derivado de petróleo. Este combustible no requiere ninguna adaptación o modificación en el motor.

VENTAJAS
Sin modificaciones. No requiere modificaciones para su uso en motores diésel.
Renovable. Es obtenido a partir de aceites vegetales o grasa animal, por lo que es una fuente de energía renovable.
Autarquía. Permite a países agrícolas independizarse de aquellos productores de petróleo.
Beneficioso. Tiene un gran poder de lubricación y minimiza el desgaste del motor. Su vida útil se prolonga más del doble.
Biodegradable. Presenta un nivel menor de emisiones gaseosas nocivas al medio ambiente. No es tóxico.

¿Cómo se obtiene el biodiésel?
La fabricación del biodiésel inicia con el aceite vegetal. Una vez obtenido, el aceite es depositado en una unidad para su filtración y limpieza, luego pasa al reactor donde se adiciona el metóxido (hidróxido de sodio y metanol) y se produce el proceso de la transesterificación, en esta fase se separa la glicerina del biodiésel y se procede a su decantación.


Una vez separado el biodiésel de la glicerina, se procede a su lavado con agua de buena calidad, para sacar las impurezas y restos de jabones que se forma en la transesterificación. Posteriormente, se realiza el secado del combustible, mediante un tratamiento térmico, obteniendo el producto final que es el biodiésel 100% puro (denominado B100).

Para evaluar su calidad, el biodiésel es mezclado con diésel -en una proporción de 80/20- y es probado en motores a diésel convencionales estacionarios. La idea, según García, es utilizar el combustible procesado en la planta piloto en los motorizados del CIAT (tractores, camiones, micros y camionetas).

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sábado, 3 de agosto de 2013

América Latina y el Caribe podrían cubrir sus necesidades eléctricas con recursos renovables

La dotación de recursos de energía renovable de América Latina y el Caribe es suficiente para cubrir más de 22 veces la demanda eléctrica proyectada para el 2030, de acuerdo a un nuevo estudio encomendado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

El estudio, Repensando nuestro futuro energético, sostiene que los decrecientes costos y las nuevas tecnologías hacen de los recursos renovables una alternativa viable. Los recursos solares, geotérmicos, mareomotrices, eólicos, y la biomasa disponibles en esta región podrían producir hasta 80 petavatios/hora de electricidad.

Un petavatio/hora equivale a 1 billón de kilovatios/hora, casi cinco veces el consumo anual de México. En la actualidad, la región genera 1,3 petavatios/hora de electricidad. Para el 2030, se espera que la demanda regional crezca a entre 2,5 a 3,3 petavatios/hora.

El reporte despeja una serie de mitos sobre la energía renovable, haciendo énfasis en que muchas de estas nuevas tecnologías alternativas ya tienen precios competitivos con las tecnologías convencionales; ofrecen buenas oportunidades de inversión y deberían ser 
tomadas en consideración por los formuladores de políticas interesados en diversificar las matrices energéticas de sus países, reducir su vulnerabilidades a las fluctuaciones de precios de combustibles fósiles y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.

“A pesar de que América Latina usa más energía renovable que cualquier otra región del mundo, enfrenta retos para generar la electricidad que necesita sin perjudicar al medio ambiente”, dijo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno. “Las energías renovables se han vuelto una opción viable y atractiva que debe ser explorada”.

El estudio será presentado el 18 de junio en Bogotá durante el Foro Global de Crecimiento Verde de América Latina y el Caribe (3GF LAC, por su sigla en inglés) ante líderes de gobiernos, empresarios, dirigentes de la sociedad civil y de organizaciones internacionales 
invitados por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, y Moreno.

“Con este estudio buscamos promover acciones concretas y asociaciones público privadas, identificando la magnitud de los recursos renovables, presentando sus amplios beneficios y describiendo opciones políticas”, señaló Walter Vergara, jefe de la división de Cambio Climático del BID y principal autor del estudio.En el 2012, las inversiones globales en tecnologías renovables no tradicionales (solar, eólica, geotérmica, mareomotriz, hidroeléctrica de pequeña escala y bioenergía de avanzada) y la hidroeléctrica tradicional ascendieron a US$244.000 millones, de los cuales América Latina representó un modesto 5,4%. Para poder aprovechar su vasto potencial, la región necesitará modernizar sus marcos de políticas y regulaciones para aumentar las inversiones en estas tecnologías alternativas.

Si bien estas inversiones en energías renovables hasta ahora han sido modestas, el estudio apunta que se están acelerando en la región. La energía eólica ha sido el recurso renovable de más rápido crecimiento. México es el quinto productor mundial de energía geotérmica, y 
Colombia, Panamá y Ecuador están explorando activamente ese recurso. En Brasil, México, Guatemala, Argentina y Chile se están llevando adelante proyectos de biomasa, solar y eólico.

El estudio concluye que, independientemente de cómo cada país oriente su política energética, tiene sentido aumentar el uso y la penetración de recursos energéticos renovables en América Latina y el Caribe.

El BID y la Energía Renovable. El Banco Interamericano de Desarrollo apoya programas para mejorar la eficiencia energética, la integración energética regional y la diversidad de la matriz energética al explotar recursos 
renovables y no renovables.

En la actualidad financia parques eólicos de gran escala, sistemas de energía solar para áreas rurales, facilidades de biocombustibles para generar electricidad y programas para promover iluminación eficiente. También está financiando proyectos para dotar de turbinas más eficaces a represas hidroeléctricas y usinas termoeléctricas alimentadas a gas natural.

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