miércoles, 2 de noviembre de 2011

Biomasa, Abastece el 17% de la Demanda Total de Energía en Bolivia

La biomasa es fuente del 17% de la energía total consumida a nivel nacional en Bolivia y es una alternativa de abastecimiento de energía viable para los habitantes de comunidades rurales remotas, según el viceministro de Desarrollo Energético, Franklin Molina.

“El consumo de biomasa en Bolivia es relativamente bajo y gran parte de ese consumo está compuesto por el consumo de leña, que está orientado en gran proporción hacia el consumo domiciliario de las zonas rurales”, remarcó.

Molina aclaró que el índice de consumo de biomasa en el país habría mostrado un descenso de 3% durante los últimos años, pasando de representar el 20% del total de energía consumida en el año 2005 a un 17% el año 2010.

Asimismo, precisó que ese 17% está compuesto por fuentes combustibles como el estiércol animal y otros en un 30%, siendo la leña, con el restante 70%, el mayor componente de la biomasa que se quema en las comunidades rurales.

En cuanto al índice de consumo de leña registrado en el país, el viceministro Molina manifestó que dentro del horizonte de cambio de matriz energética que proyecta el Gobierno de Morales se tiene la intención de disminuir su consumo e incidir en la reducción del 17% del consumo de biomasa.

Indicó que para ello se están implementando diversos proyectos desde el ministerio de Hidrocarburos y Energía enmarcados en el Plan de Universalización del Servicio Eléctrico, documento que apunta a una cobertura cercana al 100% en materia de servicio eléctrico hasta el año 2025.

“Para eso, el viceministerio de Electricidad está desarrollando una serie de acciones destinadas a incrementar el consumo, principalmente de energía eléctrica dentro de sus diferentes usos alternativos, a través de energía eólica, solar y distintos usos que se están pensados dentro de la nueva Ley de Hidrocarburos que se tiene que considerar en la Asamblea Legislativa”, refirió.

ÚNICA ALTERNATIVA EN LOCALIDADES RURALES
Molina también sostuvo que el uso de dendrocombustibles como la leña, debido a la geografía y dispersión poblacional que tiene el país y que dificulta la llegada de servicios básicos como la electricidad y el GLP, se convierte en la única alternativa de abastecimiento energético.

De acuerdo a información publicada en el Plan de Desarrollo Energético (PDE) 2008-2027, la biomasa en Bolivia, incluyendo leña, carbón, desperdicios forestales, vegetales y animales, es una fuente importante de energía en el área rural y en el sector industrial.

Según un estudio del Energy Sector Management Assistance Program (ESMAP), del Banco Mundial - documento base para la elaboración del PDE- la demanda del sector industrial rural el consumo en los sectores rurales de Bolivia es de aproximadamente medio millón de toneladas de leña por año.

El documento también manifiesta que “la biomasa ofrece el beneficio de proporcionar combustible a industrias rurales, así como a la generación de electricidad en lugares remotos donde no existe infraestructura convencional de energía”.

Por otro lado, aclara que el consumo de leña y biomasa en general podría tener un impacto reducido sobre el medioambiente siempre y cuando su uso se realice a través de maquinaria eficiente y exista reforestación en las áreas de uso.

Al respecto Molina afirmó que el consumo de leña entre los habitantes de poblaciones ubicadas en zonas remotas, representa un mínimo grado de deforestación e impacto ambiental en comparación a la repercusión que tiene la deforestación de miles de hectáreas nuevas cada año dedicadas a la actividad agrícola.

"El consumo es mínimo comparado con la depredación que sufren por ejemplo los sitios donde hay cultivo extensivo y donde hay que desmontar 3.000 ó 5.000 hectáreas para sembrar soya, eso si es más dañino al medio ambiente, podría decirse que mil veces más que lo que consumen las familias para proveerse de energía”, aseguró.

LEÑA, EL DENDROCOMBUSTIBLE MÁS IMPORTANTE EN EL MUNDO DE LAS RENOVABLES
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), también clasifica a la leña bajo el denominativo de dendrocombustible, según una definición que indica que dendrocombustibles o combustibles forestales son “todos los tipos de combustibles derivados directa o indirectamente de una biomasa leñosa”. En esa clasificación no sólo se incluye a la leña, sino también al carbón vegetal y al licor negro.

Respecto a la importancia de la madera como combustible renovable en el mundo, la FAO recuerda en su página oficial que es considerada la primera fuente de energía de la humanidad y afirma que “actualmente, sigue siendo la fuente de energía renovable más importante que, por sí sola, proporciona más del 9% del suministro total de energía primaria a nivel mundial”.

Por otro lado, aclara que la dendroenergía es tan importante como todas las otras fuentes de energía renovable juntas (hidroeléctrica, geotérmica, residuos, biogás, solar y biocombustibles líquidos), en el sentido de que “más de 2. 000 millones de personas dependen de la dendroenergía para cocinar y/o calentarse, especialmente en los hogares de los países en desarrollo. El empleo de combustibles de madera por los hogares para la cocción de alimentos y la calefacción, es responsable de un tercio del consumo mundial de energía renovable, lo que hace de la madera la energía más descentralizada del mundo”, afirma la FAO.

CARBÓN VEGETAL, INCREMENTA EL CONSUMO MUNDIAL DE ESTE DENDROCOMBUSTIBLE
En cuanto al consumo de carbón vegetal, otro dendroenergético con considerables niveles de consumo a nivel mundial, Molina manifestó que Bolivia no tiene una matriz energética basada en la quema de este combustible, factor que según él da cierta ventaja al país en cuanto a índices de emanaciones de gases contaminantes frente a otros países más industrializados de la región como Chile y Brasil.

Sin embargo, mientras naciones como Bolivia buscan alejarse cada vez más del uso de combustibles contaminantes en un contexto mundial en el que se hace cada vez mayor énfasis en esa medida como un paliativo para reducir los efectos del cambio climático, en el resto del mundo el pasado año se registró un incremento del consumo de carbón a nivel global, crecimiento que fue calificado como el más rápido de los últimos 9 años según un reporte de la empresa Brithis Petróleum (BP).

Según el Informe Estadístico Mundial de Energía de BP, el consumo mundial de carbón creció el año 2010 hasta los 3.555 millones de barriles de petróleo equivalente, cantidad que según el documento significa el 29.6% de la totalidad de energía utilizada a nivel mundial durante la pasada gestión, asimismo, añade que este incremento implica un ritmo de crecimiento de consumo de ese energético a nivel mundial de 7.6% en el año 2010, el más rápido desde el 2003.

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