jueves, 21 de julio de 2011

LAS DIFICULTADES DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES: SU ALTO COSTO Y LA FALTA DE NORMATIVA

Su alto costo y la falta de legislación impiden el ingreso masivo de las tecnologías de energía renovable en el país, pero fuera de ello existe la viabilidad técnica, social y ambiental para aplicarlas, según el investigador Juan Pablo Alcócer.

Aunque las energías de fuente solar, eólica, biomasa, hidráulica y geotérmica son relativamente nuevas para Bolivia, las perspectivas de su aplicación son importantes si se considera la situación de déficit de generación de electricidad a través de las fuentes convencionales (hidrocarburos, carbón, gas).

El ingeniero industrial con especialidad en energías renovables Juan Pablo Alcocer dice que las fuentes convencionales son cada vez más escasas y tienen costos crecientes, sin contar con los daños causados al medioambiente con los gases de efecto invernadero.

Por eso, en su criterio, existe una viabilidad técnica, social y ambiental para aplicar las tecnologías de energía renovable con el propósito de generar electricidad para uso interno de país. A nivel social, las comunidades indígenas y campesinas alejadas de los centros urbanos se verían beneficiadas, mientras que a nivel ambiental se evitaría la contaminación con la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.

El factor económico es el que más límites supone, dice Alcocer, quien admite que las energías renovables son relativamente más caras que las convencionales, aunque tienden a un abaratamiento de sus precios. Actualmente se cuentan en Bolivia numerosas instalaciones de energía solar, hechas con base en inversiones privadas o subvenciones de organizaciones no gubernamentales. En 2010 se contabilizaron 5.000 nuevas instalaciones de energía solar, aunque también se tiene artefactos que combinan la solar y eólica en los lugares donde no llega la red eléctrica.

Entre los planes y proyectos para la expansión de las energías renovables, Alcocer apunta los siguientes: la futura aprobación de la hidroeléctrica Cachuela Esperanza para producir 900 megavatios (MW), el proyecto Angosto de El Bala con 1.600 MW, Rositas con 400 MW en Santa Cruz. “Si solo se explota el potencial hidráulico, la energía sobraría y tendríamos incluso para exportar a Brasil”.

Otros proyectos para generar energía a partir del bagazo de la caña de azúcar en Santa Cruz y la geotermia en el Campo Sol de Mañana cerca de los salares, además de proyectos piloto de energía eólica, están esperando. “La política actual está bien orientada, solo falta la ley de electricidad que regule a cada tipo de energía para que cada privado vea las posibilidades de inversión, recuperación de capital, etcétera”, dice Alcocer.

¿Pero cuán alternativas son estas energías si los ambientalistas han calculado grandes inundaciones en el caso de las hidroeléctricas? Alcocer asegura que cualquier construcción nueva afecta al ecosistema con consecuencias para la fauna, flora y las poblaciones humanas, pero en su criterio se debe comparar las consecuencias de estas energías con los efectos causados por las energías convencionales, cuyos resultados son evidentes en cuanto a contaminación de la atmósfera.

Fuente

Artículo sobre la entrevista que me hicieron para el PIEB (Periódico digital de Investigación sobre Bolivia)

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