martes, 1 de febrero de 2011

Científico Boliviano Plantea Encarar el Camino Nuclear de Manera Realista

Sostiene que el Litio jugará un rol esencial en el desarrollo industrial de la fusión nuclear para la generación de energía en el mediano y lago plazo y plantea la urgencia de desarrollar una política que permita establecer programas nucleares como un reactor nuclear de investigación, plantas nucleares de generación de electricidad y crear un Consejo Nacional de Energía Nuclear (CNEN), bajo la directa tuición de la Presidencia del Estado Plurinacional.


Es vital e imprescindible que el Gobierno tome consciencia de la importancia y del rol que juega la energía nuclear en el desarrollo tecnológico de los países, y decida enfrentar el reto de recorrer el camino nuclear de una manera programada, realista, efectiva y sostenida en el tiempo, refiere el documento “Consideraciones hacia una política nuclear nacional”, que está siendo elaborado por el científico de la Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, Hernán Vera Ruiz.

El autor, licenciado en Fisioquímica y Química núclear por la universidad nacional de La Plata, Argentina, y Doctor (Ph.D) en Química Nuclear de la Universidad de California, EEUU, señala que toda vez que la tendencia va por un uso cada vez mayor de los recursos energéticos del planeta, sean estos renovables o no, la contribución de la energía nuclear irá con seguridad en aumento en las próximas décadas.

Sostiene que “la energía nuclear y sus aplicaciones pacíficas no energéticas demostraron su alto grado de contribución en el desarrollo científico y tecnológico de los países, desde los avances científicos en las ciencias básicas como física, química y biología, hasta sus aplicaciones pacíficas de demostrado impacto en la medicina, industria, agricultura, incluyendo la formación de recursos humanos de alta calificación en muchas disciplinas del saber científico”.

FISIÓN NÚCLEAR
Por otra parte, asegura que “la generación de energía eléctrica a partir de la fisión controlada de núcleos de átomos de uranio, fue probablemente el reto tecnológico de mayor envergadura que afrontó la ciencia y la tecnología nuclear en el Siglo XX”. Agrega que “a comienzos del año 2010, operaban 437 reactores nucleares de potencia en el mundo, generando 371 GW(e), equivalente al 14% del total mundial, según informa el Organismo Internacional de Energía Atómica”.

Sostiene que por el imperativo cada vez más urgente de reducir las emisiones de dióxido de carbono, la contribución de la energía nuclear irá con seguridad en aumento en las próximas décadas.

“El Siglo XXI será testigo de otra hazaña tecnológica de gran magnitud y significado e impacto para el futuro de la humanidad; esta vez, de la fusión de núcleos ligeros como núcleos de tritio con deuterio, dos isótopos del elemento hidrógeno, simulando las reacciones nucleares que ocurren en las estrellas y que hacen posible la vida en nuestro planeta Tierra”, afirma.

Refiere que, en este marco, “el Litio, que está destinado a constituirse a corto plazo en el mayor recurso natural estratégico de Bolivia, jugará un rol esencial para el desarrollo industrial de la fusión nuclear para la generación de energía”, por lo que sostiene que “no es irrazonable proyectar que la relevancia energética de este recurso boliviano no renovable pero abundante, será, no de décadas, sino por centenas de años en el futuro”.

POLÍTICAS NUCLEARES
Agrega el documento que debido a la contribución científica y tecnológica al desarrollo industrial y económico de la energía nuclear, muchos países han elaborado y adoptado políticas nucleares a la vez que implementaron estrategias para lograr una efectiva aplicación de las ciencias y tecnologías nucleares a sus planes nacionales de desarrollo estratégico.

Refiere que casi sin excepción, los países vecinos de Bolivia, tienen ya por muchos años, muy bien definidas sus políticas nucleares, las que se reflejan en los avanzados programas tecnológicos, por ejemplo, la construcción y operación de centrales nucleares de generación de electricidad, tal el caso de Argentina y Brasil.

“Agrega, que hoy en día, no existe un solo país que aspire a un desarrollo tecnológico importante, que no promueva y sostenga programas nucleares de alguna envergadura asegurando que los más, disponen de ya estructuras legales y organizativas además de la asignación de importantes recursos para estos fines humanos y financieros.

LA ENERGÍA NUCLEAR EN BOLIVIA
De acuerdo al documento, las actividades nucleares en Bolivia datan de los años 60 del siglo anterior con la fundación de la Comisión Boliviana de Energía Nuclear (COBOEN), y la iniciación de algunas aplicaciones como las de medicina nuclear, especialidad que tuvo y tiene un impacto visible en el diagnóstico médico en el país.

Sin embargo, agrega que si bien en los años siguientes se desarrollaron numerosos proyectos que incluyeron la exploración de minerales de uranio, aplicaciones en la industria y agricultura, además de las aplicaciones en medicina, no se llegó totalmente a formular una política nuclear en el país.

“Más bien en las últimas dos o tres décadas, se observa una declinación de las actividades nucleares y una pérdida notable de recursos humanos calificados que la COBOEN había promovido exitosamente por muchos años.”, dice a tiempo de lamentar que, las universidades nacionales no cuenten con programas sostenidos de enseñanza e investigación en el área nuclear.

DIVERSIFICACIÓN DE FUENTES DE ENERGÍA
A partir de este tipo de consideraciones, el documento sugiere formular una política nuclear boliviana. Asegura que:” Esta necesidad se hace todavía más evidente, toda vez que el gobierno boliviano manifestó recientemente su preocupación por diversificar las fuentes de energías nacionales, y el interés de incursionar en la generación de nucleoelectricidad como una fuente energética más que contribuya a la seguridad energética de Bolivia”.

“Una política nuclear tiene que responder, por un lado, a los imperativos y necesidades contemporáneas de una sociedad moderna, tecnológica y competitiva; y por otra, a las políticas nacionales de desarrollo humano y social, sostenibles y con responsabilidad medioambiental, además de considerar la disponibilidad de recursos humanos y financieros”, agrega.

En su criterio, esta política tiene que dar respuesta a los retos presentes y futuros de la sociedad boliviana relacionada con su seguridad e independencia tanto energética como alimentaria, impulsar el desarrollo científico y tecnológico, fomentar las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear y contribuir a la disminución de la emisión industrial del dióxido de carbono que hoy en día es el que más aporta al efecto invernadero, y por lo tanto, al cambio climático global.

REACTOR NUCLEAR DE INVESTIGACIÓN
El documento hace mención a la importancia de la implementación de programas nucleares de envergadura, como sería para el caso boliviano, la instalación de un reactor nuclear de investigación, considerada como la herramienta nuclear básica para la investigación y, en un futuro de mediano y largo plazo, plantas nucleares de generación de electricidad.

En este marco, plantea la formulación de políticas de largo aliento de desarrollo de la ciencia y tecnología nuclear, posiblemente para los próximos 20 a 30 años, con el objetivo de dar respuestas efectivas y prácticas a los retos tecnológicos y sociales que enfrenta y enfrentará la sociedad boliviana, con la participación de todos los sectores del Estado y la sociedad e intentar finalmente, de una manera seria y sostenida, disminuir la enorme e inaceptable brecha tecnológica que actualmente existe con los países vecinos.

LA PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA
Asegura que las áreas inmediatas de atención de esta política son muy variadas y deben abarcar aspectos como la planificación energética que tome en cuenta la contribución de la energía nuclear mediante la implantación de una central nuclear de generación de nucleoelectricidad, el conocimiento del potencial uranífero del país mediante la exploración minera y su eventual explotación, incluyendo la planificación y desarrollo del potencial tecnológico que representa los enormes recursos de litio para la energía de fusión nuclear como la energía del Siglo XXI y más allá.

Afirma que una política nuclear también debe incluir aspectos relacionados con los tratados y acuerdos internaciones que el país reconoce y firmó respecto al uso pacífico de la energía nuclear, además de incluir los muy importantes aspectos legales y regulatorios capaces de normar las actividades de una naciente industria nuclear boliviana.

Es vital e imprescindible que el Gobierno del Estado Plurinacional tome consciencia de la importancia y del rol que juega la energía nuclear en el desarrollo tecnológico de los países, y decida enfrentar el reto de recorrer el camino nuclear de una manera programada, realista, efectiva y sostenida en el tiempo, dice al documento al asegurar que últimamente hay interesantes señales desde las esferas del Gobierno en esta dirección.

CONSEJO NACIONAL DE ENERGÍA NUCLEAR
Vera Ruiz considera que una vez tomada la decisión política a favor de la implementación de la energía nuclear en el país, se debería organizar una instancia política de alto nivel para elaborar las bases políticas y estratégicas de lo que vendría a ser la Política Nacional en Ciencia y Tecnología Nuclear del Estado Plurinacional de Bolivia-que culminaría con la elaboración de un Programa Nuclear Boliviano-, y que luego de ser consensuada, tendría que ser aprobada por las instancias nacionales correspondientes.

Propone que esta instancia política de alto nivel sea un Consejo Nacional de Energía Nuclear (CNEN), que funcionaría bajo la directa tuición de la Presidencia del Estado Plurinacional, creada por Ley y conformada por varios ministerios, afines a esta temática, como los ministerios de Relaciones Exteriores, Minería, Energía e Hidrocarburos, Planificación del Desarrollo y Educación, y posiblemente otras instituciones a definir.

Señala que esta sería la máxima instancia rectora de las políticas nucleares del país, impulsora y promotora de la implementación del Programa Nuclear Boliviano, a la vez que, sería el órgano asesor al gobierno en materia de la Política Nacional Nuclear.

En esta línea, señala que en un no muy largo plazo, se podría pensar en la creación de una estructura ejecutiva y operativa como sería una Agencia o Secretaria de Energía Nuclear, similar a las comisiones nucleares que existen en varios países y que bajo esta Agencia o Secretaría, habría una estructura operativa y temática que implementaría el programa nuclear.

Finalmente agrega que en este esfuerzo nacional, se debe prestar especial atención al importante rol que tendrán que jugar las universidades e institutos del país, para afrontar el reto de contribuir a la formación de recursos humanos y la implementación de programas de investigación básica y aplicada.

Fuente

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y ahora??

http://eerrbolivia.blogspot.com/2011/03/asi-son-los-reactores-de-la-central.html

http://eerrbolivia.blogspot.com/2011/03/energia-nuclear-y-fusion-del-nucleo.html

Anónimo dijo...

y vamos que esperan!!!!!!

Anónimo dijo...

Locura¡¡¡. Existen tantos recursos con los que cuenta Bolivia de donde se puede generar energía. Respecto al uso del litio, en la fusión nuclear todavía no es una realidad. Se cree que en el 2050 podría haber algo.