Por primera vez en Bolivia se cuenta con una idea concreta y fundada acerca del potencial eólico existente y aprovechable a gran escala y su distribución entre las regiones en el país.
En este contexto, el hecho más importante del 2011 es el diseño final del primer parque eólico denominado Qollana, ubicado en Cochabamba, a cargo de la Empresa Nacional de Electrificación (ENDE) a través de su subsidiaria Corani. Entrará en funcionamiento a partir del 2013 con una potencia aproximada de 2,5 megavatios. En el 2012 se realizará la licitación para el transporte y montaje de su infraestructura.
Analistas y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) ligadas al sector de energías alternativas, consideran este proyecto como el primer paso para que Bolivia cuente, en pocos años, con una capacidad instalada en parques eólicos de mínimamente 50 megavatios, con lo que un porcentaje considerable de electricidad generada en el país provendría de la energía eólica.
De igual manera, se destaca la reciente presentación por parte del Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativa (VMEEA) de la “Política de Energías Alternativas para el Sector Eléctrico en el Estado Plurinacional de Bolivia”, situación que permitirá que el sector pueda disponer de un marco político para desarrollarse de manera coordinada y consensuada.
Asimismo, se reconoce un avance en el uso de energía alternativa en la gestión 2011 para proveer electricidad a hogares del área rural, ubicados en zonas alejadas de las redes y con dispersión geográfica a través de proyectos con aprovechamiento de diferentes fuentes de energías alternativas como la solar e hídrica. Entre los proyectos gubernamentales se destaca la ejecución del programa Eurosolar, mediante el cual se beneficiaron a 59 comunidades rurales con el acceso a la energía eléctrica a través de un sistema mixto compuesto por paneles fotovoltaicos y un aerogenerador.
En 2011 también se concluyó el proyecto Infraestructura Descentralizada para la Transformación Rural (IDTR), ejecutado por el VMEEA y el Banco Mundial, con el cual se instalaron 918 sistemas fotovoltaicos domiciliarios y 52 sociales.
De acuerdo con los datos del VMEEA, en la pasada gestión se invirtió 62.619.400 de bolivianos en energías alternativas.
En cuanto a los trabajos de iniciativa privada resalta el Proyecto EnDev Bolivia (Acceso a Energía), encarado por la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), en el que el Centro de Información en Energías Renovables (Ciner) apoya al Monitoreo y Evaluación de Proyectos, con el propósito de aumentar el acceso a fuentes de energía moderna y de manera sustentable.
En esta área, se ejecutaron programas mediante sus diferentes unidades de trabajo: iluminación, cocinas mejoradas, infraestructura social, producción primaria, transformación de productos, biodigestores y sembrando gas en Bolivia.
Sin embargo, a pesar de los avances positivos en energías alternativas en el país, aún no se concreta su reglamentación dentro de la matriz energética, lo que tiene aún en carpeta proyectos de biomasa y de biodiésel. Entre ellos se apunta Yane 1, proyecto impulsado por la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE) en convenio con el ingenio azucarero Unagro que pretende obtener energía a partir del bagazo de caña para inyectar 35 megavatios al Sistema Interconectado Nacional (SIN). Sin embargo, este se encuentra parado desde 2009 por trabas en su reglamentación.
También figura la instalación de una planta de biodiésel por la empresa Bioverde de Santa Cruz, con capacidad para producir 15.000 litros al día, pero no entrará en funcionamiento hasta que se reglamente la comercialización de los biocombustibles por parte del Estado.
Asimismo, el ingenio Guabirá aún espera que el Gobierno apruebe una Ley, que ya fue consensuada, para el cambio de política energética en el país y que le permita invertir para incrementar 15 megavatios más a los 44 megavatios que produce actualmente con bagazo de caña, de los cuales 21 inyecta al SIN.
Consultado al respecto, el VMEEA informó que se encuentra en elaboración la nueva Ley de Electricidad. Asimismo, con el fin de fortalecer su desarrollo, se elaborará el 2012, una Ley específica de Energías Alternativas, indicaron en esta repartición estatal.
Opiniones
Claudia Gamarra / Ciner
Durante más de un década me encuentro a cargo de la coordinación de la Revista “Energía y Desarrollo”, publicada por el Centro de Información en Energías Renovables (CINER), la cual semestralmente otorga la mayor cobertura posible a las diversas experiencias dentro del sector energético en Bolivia y la región. Me parece que el año 2011 es el año en el cual el Gobierno boliviano, a través de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE Corporación), inició el desarrollo de la energía eólica a gran escala.
Este año, particularmente ha existido un impacto tecnológico significativo y se han planteado varios proyectos importantes relacionados con las energías renovables, tanto en el sector gubernamental, público y privado de la energía, destacándose también el arduo trabajo de instituciones privadas, entidades financieras, consultores, investigadores y técnicos que se encuentran trabajando en áreas vinculadas con las energías renovables y desarrollo rural.
En ese marco, el balance este año es positivo; sin embargo me parece que se debe trabajar con mayor ahínco en la promoción de los beneficios de las tecnologías alternativas, sobre todo en la población rural de Bolivia, mediante campañas de concienciación, puesto que un elemento crucial para la demanda de un servicio es la información sobre la oferta, así como también las ventajas y desventajas de la(s) tecnología(s) implementada(s).
Miguel Fernández / Energética
Las energías alternativas continúan un proceso de crecimiento, que podría ser más rápido de contarse con instrumentos legales, económicos y financieros que posibiliten su crecimiento. Durante este año se ha discutido mas al respecto y en la opinión pública se considera como una opción válida a estas energías en un contexto de abastecimiento a zonas aisladas, pero también como parte de la seguridad energética, y la autarquía energética.
Lo más importante, a mi juicio es el inicio del proyecto GPOBA del Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas (VMEEA) en el marco del programa Electricidad para Vivir con Dignidad que permitirá que 7.000 familias aisladas y dispersas, sin cobertura de la red eléctrica al menos en los próximos 5 años, puedan tener acceso a la electricidad a través de sistemas fotovoltaicos, utilizando energía del sol para suministrar energía eléctrica.
La noticia de que la Empresa Corani, ya cuenta con el diseño final del primer parque eólico de Bolivia, y que si se ejecuta el próximo año, mostrará la factibilidad de esta fuente energética como un recurso alternativo y sostenible para el país; pasando, después de casi 20 años, de la primera identificación de un parque eólico a una realidad tangible.