miércoles, 28 de octubre de 2009

Protestan Contra Cambio Climático


Un grupo de ambientalistas protestó el sábado en contra del cambio climático desde Chacaltaya, la que fue una famosa pista de esquí por estar ubicada a más de 5.300 metros de altura sobre el nivel del mar pero ahora carece de nieve suficiente para practicar ese deporte.
Los activistas se dieron cita en el nevado de Chacaltaya donde se ubica la pista de esquí más alta del mundo. La zona poco a poco se queda sin hielo a causa del calentamiento global.
Sin importar el intenso frío y una fuerte nevada, el grupo caminó e inspeccionó el glaciar. Poco después, realizó su protesta con pancartas que decían: "Salvemos el agua", "Salvemos a los glaciares", "el agua es vida".
Chacaltaya, a unos 30 kilómetros de La Paz, significa camino frío en la lengua nativa aymara. La nieve empezó a desaparecer en la década de 1980 y desde mediados de los años 90 ya no se puede esquiar. Este fenómeno atrajo a expertos internacionales. La delegación Sueca, encabezada por la ministra de Cooperación Internacional, Gulliva Carlsson, visitó el nevado en marzo y dijo que el deshielo "es irreversible".


Fuente: Los Tiempos

lunes, 12 de octubre de 2009

Hidroelectricidad: Potencial es de 40 MW



Bolivia tiene un potencial hidroeléctrico que bordea los 40 mil megavatios (MW), es decir la capacidad de generar 40 veces más energía eléctrica que los 1.000 MW que actualmente produce el país, de acuerdo con una evaluación del “Taller de Análisis y Evaluación de la Capacidad Hidroeléctrica del País”, organizado por el Viceministerio de Electricidad y cumplido ayer en esta ciudad.
“Hoy Bolivia tiene una demanda máxima de mil MW y según evaluación preliminar de las exposiciones técnicas tendríamos la capacidad de generar 40 veces más la demanda actual de energía. Todo depende de la magnitud y ubicación de las plantas hidroeléctricas”, explicó el viceministro de Electricidad, Miguel Yagüe.
Durante el taller, que se desarrolló en instalaciones de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) filial Cochabamba, expertos de siete empresas generadoras de energía eléctrica abordaron varios temas relacionados con el potencial hidroeléctrico en Bolivia, como el estado de las cuencas hidrográficas, estadísticas sobre precipitaciones pluviales en Alto beni, Mamoré y Bermejo, los riesgos climáticos y la necesidad de futuras inversiones en generación eléctrica y mercados para la exportación de hidroelectricidad.
Sobre la base de las exposiciones técnicas se determinará qué porcentaje de ese potencial hidroeléctrico se puede desarrollar en los ríos y vertientes de las cuencas hidrográficas del Amazonas, el Río de la Plata y de la cuenca lacustre del altiplano.


Proyectos 
Yagüe dijo que con toda la información proporcionada por los expertos de siete empresas generadoras, el viceministerio de Electricidad validará la factibilidad de siete proyectos hidroeléctricos que el Gobierno tiene en carpeta para incrementar la producción y exportar energía eléctrica a países vecinos.
Entre los proyectos hidroeléctricos mencionó el de Cachuela Esperanza (Beni); los de Miguillas y El Bala en La Paz; de San José en Cochabamba; de Rositas en Santa Cruz y el de Laguna Colorada en Potosí.
La autoridad informó que las conclusiones del encuentro servirán de base para realizar otro taller con expertos internacionales, canadienses y brasileños, que expondrán las dificultades que confrontaron en la implementación de grandes emprendimientos hidroeléctricos.


Fuente: Los Tiempos




Hay algo que no queda claro en este artículo, el título menciona que el potencial es de 40 MW (MegaVatios), pero en el primer parrafó dice: Bolivia tiene un potencial hidroeléctrico que bordea los 40 mil megavatios. Pienso que hubo un pequeño error y el título correcto deberia ser: "Hidroelectricidad: Potencial es de 40 mil MW"

jueves, 8 de octubre de 2009

Anuncian Construcción de Hidroeléctrica

El Gobierno anunció ayer que invertirá 15 millones de dólares para construir una planta hidroeléctrica en el norte de La Paz cerca de la frontera con Brasil, informó el viceministro de Electricidad, Miguel Yagüe. La ejecución del proyecto denominado Tahuamanu comenzaría el próximo mes.

En rueda de prensa dijo que la hidroeléctrica generará seis megavatios y sustituirá una generadora a diesel que abastece de electricidad a Cobija; permitirá ahorrar 7 millones de litros de diesel al año.



La planta estará en el río Tahuamanu y permitirá abastecer de electricidad también a localidades vecinas de Cobija, dijo Yagüe y añadió que la adjudicación de la obra será conocida a finales de mes y la construcción será en 24 meses.

“Estimamos que el 21 de octubre, que es el día en que se van a abrir las propuestas, vamos a tener una fecha para estimar la puesta en operación de ese proyecto, que se espera sea en noviembre. Calculamos que en 24 meses podría estar operando el proyecto”, explicó Yagüe.


Capacidad
El Viceministro precisó que la hidroeléctrica de Tahuamanu generará seis megavatios de energía eléctrica.

“Hoy la demanda de Cobija está en el orden de los seis megavatios, entonces este proyecto reemplazaría casi la totalidad de esa generación, en Cobija y zonas aledañas a todo lo que llegue el sistema de cable”, agregó. En agosto del pasado año el Gobierno anunció la construcción de otra hidroeléctrica en la región amazónica cerca de donde Brasil proyecta dos gigantes plantas generadoras sobre el río Madeira que nace en territorio boliviano.

La represa de Cachuela Esperanza a 740 kilómetros al noreste tendrá una capacidad de 800 megavatios. La canadiense Tecsult-Aecom realiza actualmente el diseño final y de impacto ambiental. Aún no se conoce la fecha para el inicio de obras civiles de la futura presa.

La hidroeléctrica aprovechará la corriente del río Beni, principal afluente del Madeira en cuyas aguas estarán localizadas las plantas brasileñas de Santo Antonio y Girau.

Fuente: Los Tiempos


Vamos con la energía hidraúlica!!

lunes, 5 de octubre de 2009

Medioambiente: Misión Boliviana en Bangkok


Bolivia intervino con un discurso en la plenaria de inauguración del grupo de trabajo especial sobre el Protocolo de Kioto, demandando resultados favorables, justos y equitativos en las negociaciones para todos los países, de manera que se reconozca la deuda climática.

Según un comunicado de prensa del Viceministerio de de Medioambiente del país, la Secretaría de las Naciones Unidas trató de persuadir y evitar la intervención de la delegación boliviana en la plenaria de apertura del grupo de trabajo especial sobre el Protocolo de Kioto bajo el pretexto de que sólo se daría la palabra a los representantes de los grupos de países constituidos formalmente en el marco de las negociaciones.

Según el representante del Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambios Climáticos, Jaime Vilanueva, pese al ambiente adverso en la reunión, los representantes bolivianos pronunciaron su discurso para llamar la atención e instar a que se tome como prioridad alcanzar resultados favorables, justos y equitativos para todos los países, especialmente asumir compromisos ambiciosos de reducción de gases de efecto invernadero.

Hasta diciembre de este año se cumple el plazo para asumir un nuevo periodo de compromisos de reducción de emisiones. Es por este motivo que Bolivia, a pocos meses de la reunión de diciembre, que se realizará en Copenhague-Dinamarca, propuso que se se acuerden números ambiciosos que sean equitativos, comparativos y sobre todo justos.

La delegación boliviana propuso que la discusión debe comenzar con las cuantificaciones agregadas e individuales de reducción, las cuales deben ser puras y claras, respondiendo de esta manera a las necesidades de la atmósfera y del planeta, y sólo después de esto se podrían ver los acuerdos sobre otros temas, recomendando tratarlos de manera separada.

Fuente: Los Tiempos

domingo, 4 de octubre de 2009

Bolloré Reconoce a Bolivia como Socia Mayoritaria en Industrialización


La francesa Bolloré reconoce que Bolivia sería socia mayoritaria en una futura fábrica de baterías de litio-ion, que ofrece instalar en el país. Pero el ofrecimiento verbal deberá ser planteado por escrito.

Una misión técnica del grupo Bolloré-Eramet llevará esta semana 15.000 litros de salmueras del Salar de Uyuni, con un peso de 17 a 18 toneladas, informó el director general de Desarrollo Productivo del Ministerio de Minería, Freddy Beltrán.

Los franceses realizarán investigaciones en laboratorios de ese país sobre los procesos de producción de carbonato de litio. Una vez los identifiquen podrán registrar la patente en el mundo, excepto en Bolivia y los países de la Comunidad Andina.

Bolloré fue la primera compañía que ofreció al país la fabricación en territorio nacional de baterías con el "oro gris", lo que dará valor agregado al carbonato de litio. Si bien la oferta fue verbal, deberán corroborarla por escrito.

En la plena incorporación al comité científico, los franceses llevan mayor cantidad de muestras a su tierra para realizar los estudios correspondientes y en los ámbitos acordados.

Con Bolloré-Eramet "nos hemos puesto de acuerdo en el tema de patentes", también de confidencialidad en datos que deben ser resguardados, por lo tanto "hay un avance importante", remarcó Beltrán.

Exportaciones
Por otro lado, el director del Ministerio de Minería aseguró que si hay excedentes de carbonato de litio, después de la fabricación en Bolivia de productos con valor agregado, el país exportará volúmenes de este mineral.

Esta opción está abierta, pero aún falta para llegar. De todas maneras, se mantiene en vigencia la decisión de que el carbonato de litio será producido exclusivamente por el Estado, la proyección es llegar a 30 y 40 mil toneladas por año. Sin embargo, las cantidades serán definidas sobre la base de los datos que arrojen los estudios sobre mercado y precios.

Fuente: Opinion

sábado, 3 de octubre de 2009

Guabirá Usa Bagazo para Generar Energía Eléctrica


A través de la utilización del bagazo (residuo de la industrialización de la caña de azúcar), la empresa Guabirá inyecta 21 megavatios (MV) al Sistema Interconectado Nacional (SIN), lo que representa un ahorro de varios millones de dólares al no utilizar el gas natural y permitir su exportación u utilización en el país, informó la empresa.

“Estamos generando energía eléctrica a base de la biomasa en lugar del gas natural o el diesel y le ahorramos recursos importantes al Estado. Este proyecto es beneficioso para el país y estamos en condiciones de incrementar en forma inmediata 10 a 12 MV adicionales, siempre que la normativa existente lo permita”, dijo el Presidente de Guabira, Mariano Aguilera, en el acto de inauguración de la segunda etapa de su planta de generación Guabirá Energía.

El proyecto Guabirá Energía surgió como una solución al excedente de bagazo de caña de azúcar y como respuesta al déficit en la generación de electricidad en el país.

“Con este proyecto estamos generando empleos, reducimos la emisión de gas de efecto invernadero y garantizamos la estabilidad del suministro de electricidad”, explicó Aguilera.

Fuente: Los Tiempos


Genial!! es una alegría ver como la energía de la biomasa se abre camino en nuestro pais. Muchas felicidades para Guabira Energía por este maravilloso emprendimiento y espero que sigan adelante creciendo como empresa e incrementando su producción de energía

jueves, 1 de octubre de 2009

El Cambio Climático en Bolivia


Habrá más lluvias y "desastres naturales" en Bolivia como consecuencia del cambio climático. Disminuirá la cantidad de alimentos y agua disponible. Surgirán nuevas enfermedades, reaparecerán las que estaban controladas y otras se extenderán hasta zonas donde nunca antes hubo. Muchos tipos de bosque cambiarán drásticamente, algunos desaparecerán completamente, otros se reducirán y aún habrá bosques que se extenderán mucho más de lo actual.
En el país existe el gubernamental Programa Nacional de Cambio Climático. Durante 15 años trabajó sin cambios en su personal y pasó casi desapercibido por la opinión pública. Pero hay bastantes e interesantes avances que proveen una muy buena base teórica y práctica. Los proyectos ya ejecutados se cuentan por decenas y algunos son ejemplos mundiales. Además hay toda una rica gama de experiencias de alianzas para afrontar el cambio climático. También una serie de percepciones sorprendentes.
  • Más lluvias y “desastres naturales”
Probablemente las lluvias casi se dupliquen en Bolivia, creciendo hasta un 80%, debido al cambio climático según el MAGICC/SCENGEN, un modelo computarizado que simula el comportamiento de la atmósfera. En el informe “Promoción de la Adaptación Social para el Cambio Climático a través del Conocimiento, la Experimentación y el Aprendizaje en Red en Bolivia” se reportan casos de “eventos climáticos extremos”, que la población llama “desastres naturales”.
Uno de ellos fue la sequía en tierras bajas e inundaciones en zonas montañosas en 1982 y 1983, que afectó a un millón y medio personas, más del 10% de la población del país. En 1988 hubo inundaciones que incomunicaron líneas férreas en grandes regiones.
“El Niño” del 2000 provocó sequías e inundaciones que afectaron a 26.000 familias; el 2001 una tormenta de granizo durante 50 minutos dejó 70 personas muertas y 100 heridas en Viacha y La Paz; en 2004 una nevada de doce horas continuas dañó severamente la ganadería e infraestructura turística del sur de Potosí.
Sólo el evento 1982 y 1983, provocado por “El Niño”, causó pérdidas por más de 1.300 millones de dólares americanos, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Oficina de Coordinación de las Naciones Unidas para el Socorro en Caso de desastres (Undro) y la Comisión Económica para América Latina (Cepal).
La agricultura perdió casi 1.175 millones de dólares con ese evento. El transporte tuvo pérdidas por más de 160 millones en infraestructura caminera; los sectores sociales perdieron casi 40 millones de dólares en viviendas y enseres, lo que provocó migraciones masivas a las ciudades más desarrolladas del país (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz).
Las pérdidas por desastres en Bolivia entre 1970 y 1991 alcanzaron el 21% del Producto Interno Bruto, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo. Pero podría crecer drásticamente porque “los eventos climáticos extremos serán cada vez más intensos y también cada vez más frecuentes”, afirma el IPCC, siglas en inglés del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático, compuesto por 2.000 científicos de 100 diferentes países, que ganaron el Premio Nobel de la Paz 2007.
Sólo 3 de cada 20 municipios en Bolivia se hallan en grado bajo de vulnerabilidad a eventos adversos o “desastres naturales” (14%). Ocho de cada 20 están en rango medio (41%) y 6 de cada 20 están en un grado alto de vulnerabilidad (31,2%). Lo más grave son otros 3 municipios de cada 20 (13,8%), que son vulnerables en un grado muy alto, revela el “Atlas de Amenazas, Vulnerabilidades y Riesgos de Bolivia”, elaborado por OXFAM de Gran Bretaña y la Fundación para el Desarrollo Participativo Comunitario - Fundepco de Bolivia.
  • Faltarán alimentos
Las estimaciones mundiales indican que la agricultura se reducirá un promedio del 7% si no se preparan respuestas adecuadas a los impactos del Cambio Climático.
Pero dependiendo de la vulnerabilidad de cada lugar, las pérdidas reales podrían ser mayores. En algunos estudios se anticipa incluso pérdidas totales si no se ayuda al sector a adaptarse a los efectos del cambio climático, indica el Programa Nacional de Cambio Climático - PNCC, la repartición gubernamental responsable del tema.
Sólo el evento de “El Niño” de 1982 y 1983 afectó a 380.000 Km2, casi dos quintas partes del país. Pero el daño fue desigual, pues las tierras altas fueron afectadas en un 90%, los valles en un 70% y las tierras bajas en un 10%.
Los reportes de los comités de emergencia mencionan casos extremos de agricultores que tuvieron pérdidas totales de cosecha y hasta de cuatro quintas partes. Al año siguiente la superficie cultivada de nueve productos disminuyó casi la mitad, pasando de casi 18.000 hectáreas a un poco más de 10.000 en los cultivos de avena, cebada, haba, quinua, camote, oca, papa, cebolla y maíz.
La ganadería tuvo pérdidas por falta de agua, incremento de infertilidad y pérdida de peso por falta de alimento. Se perdió casi un tercio de las ovejas, unos tres millones y medio de animales. También en los camélidos hubo pérdidas de casi un tercio, representado por casi 645.000 llamas y 110.500 alpacas.
Se perdió un tercio las ovejas y camélidos del país por “El Niño” durante 1982 y 1983.
Al margen de lo que vendrá por el cambio climático, hay que considerar que actualmente el área agrícola sufre acelerados procesos de degradación que ya están produciendo una brecha alimentaria del orden de 450 kilocalorías, según el Sistema Nacional de Información en Seguridad Alimentaria y Alerta Temprana.
Además, el PNCC considera que podrían aumentar las plagas agrícolas, provocando altos daños económicos, producidos por organismos patógenos que lograrían adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. También se puede esperar la reducción de cabezas de ganado por inundaciones o por falta de agua y de alimento durante la estación seca, porque las lluvias se concentrarán en pocos meses del año.
  • Crecerá la aridez y “migrarán” los sistemas agrícolas
La aridez podría casi duplicarse, especialmente en las zonas montañosas del sudoeste del país y también en el chaco del sudeste, si la temperatura subiera 1,5º centígrados, disminuyeran las lluvias un 15% en los valles y el altiplano, y subieran un 15% en los llanos. La estimación corresponde al análisis del Índice de Aridez, realizado por el PNCC siguiendo la metodología propuesta por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Al subir la temperatura y cambiar las lluvias, las áreas agrícolas dejarían de ser aptas para los cultivos que producen, pero podrían albergar otros nuevos, originándose una especie de desplazamiento o “migración” de sistemas agrícolas, indica el Tercer Reporte de Evaluación del IPCC.
Ese informe también señala que las zonas medias y altas podrían aumentar su productividad, según los cultivos, temperaturas y el tiempo en que llueva en cada localidad. En cambio, en los trópicos es muy probable que baje el rendimiento y que la producción resulte muy afectada porque predomina la agricultura al secano, algunos cultivos están en el máximo de tolerancia a temperaturas altas, y por los eventos climáticos extremos, como las inundaciones que inhabilitan grandes áreas de cultivo.
“El Niño”, por ejemplo, provoca lluvias y temperaturas superiores a lo normal en la Amazonia, produciendo grandes inundaciones en ciudades como Trinidad y Cobija.
Contrariamente, en la región chaco del sudeste y en los Andes del sudoeste, “El Niño” origina lluvias menores a lo normal que coinciden con sequías moderadas, causando significativas pérdidas en la producción agropecuaria, según la Cepal.
Habrá casos en los que el cambio climático podría favorecer algunos cultivos como la papa, por ejemplo. En modelos de simulación computarizada de cambio climático, la papa aumentaría su rendimiento entre el 30 y el 60%, si se le aporta riego adicional de entre 50 a 180 milímetros, durante la fase de formación del tubérculo, según el investigador agrónomo Torrico.
La soya también podría incrementar su rendimiento, si en los cultivos hubiera lluvias o riego adicional de más del 20% del actual.
Esto compensaría el aumento de la temperatura y el carbono acumulado en la atmósfera fertilizaría la soya, informa el PNCC.
Se puede esperar una reducción notable de la producción de frutas, porque la mayoría requiere cierta cantidad continua de horas de frío, que no se completarían por el aumento de la temperatura.
Los estudios del PNCC sobre las frutas señalan que las más afectadas por la falta de horas/frío continuas serán la manzana, la pera y el durazno. También indican que se propagarán enfermedades de hongos por el aumento de temperatura.
Además del desabastecimiento de alimentos, los daños a la agricultura tendrán gran repercusión social, porque más de la mitad de la población económicamente activa del país trabaja en este rubro, tanto para el abastecimiento del mercado interno como para la exportación.
  • Problemas de salud por el Cambio Climático
Habrá efectos directos, como heridos y fallecidos por derrumbes, sequías, inundaciones, deslaves, heladas y otros fenómenos climáticos extremos. Estos también ocasionan epidemias, malnutrición y deshidratación, por las dificultades en la disponibilidad de agua y alimentos, cuando ocurren.
Los efectos indirectos serán el aumento de enfermedades transmitidas por vectores, como los insectos o las ratas, el surgimiento de enfermedades desaparecidas o controladas, y el desarrollo de nuevas enfermedades. Más lluvias e inundaciones aumentan los casos de cólera, dengue, diarreas, fiebre amarilla, fiebre tifoidea, hepatitis, malaria y enfermedades parasitarias intestinales como la elefantiasis o filariasis linfática, y la fasciola hepática, una infección parasitaria de animales herbívoros que se adquiere al comer vegetales.
Las poblaciones asentadas en las fronteras actuales de zonas endémicas de malaria, dengue, fiebre amarilla y otras presentarán mayor número de casos, e incluso de muertes, si no reciben atención primaria eficaz.
La malaria se manifiesta entre noviembre y marzo, coincidiendo con el periodo de lluvias abundantes, altas temperaturas y gran humedad. Ha reaparecido en extensas zonas en las que ya no había y se han presentado brotes en áreas que por su clima y altitud no permitían su desarrollo. Es el caso de brote de malaria no importada, presentada en 1998 en la comunidad Tuntutnami, situada casi a 3.000 metros sobre el nivel del mar, reportado por el Consejo de Salud Rural Andino, en la zona de Carabuco, departamento de la Paz.
También se reportó malaria resistente a los medicamentos habituales, lo que llevaría a utilizar medicamentos más complejos, encareciendo los costos. En diez años se triplicaron los casos de malaria desde 1987, cuando se presentaron menos de 25 mil, hasta 1996 cuando se llegó casi a 65 mil casos. Los Índices Parasitarios Anuales municipales demuestran que las zonas más vulnerables a la malaria son las tierras bajas del país y se pronostica que ésta se incremente aún más por el cambio climático.
El Índice de Bultó, que explica los impactos climáticos en las enfermedades, muestra que la malaria está muy ligada al comportamiento del clima en los 90 días anteriores a su aparición. Por esa razón, el clima puede utilizarse como sistema de alerta temprana, ya que provee señales confiables para la presentación de nuevos casos, brotes e incluso epidemias. Esto podría ayudar al sistema salud a prevenir daños y minimizar costos.
Las diarreas aumentarán y ya son la 2ª causa de mortalidad infantil. La leishmaniasis incide más en meses secos, entre junio y septiembre, coincidiendo con altas temperaturas por menor nubosidad, lo que favorece la proliferación del transmisor y la incubación en los seres humanos, según el estudio “Vulneración y Adaptación de la Salud Humana ante los Efectos del Cambio Climático en Bolivia”.
El aumento de la temperatura incrementará los casos de leishmaniasis, acentuándose en agosto, mes que registraría los mayores efectos, de acuerdo a las proyecciones del estudio. Al igual que la Malaria, la Leishmaniasis variaría su estacionalidad y tendencia, por efecto del cambio climático.
Las epidemias de dengue se presentan entre enero y mayo, cuando las lluvias favorecen la proliferación los mosquitos del género Aedes, que la transmite. Se presenta en brotes aislados relacionados con la estación lluviosa, humedad relativa y temperaturas elevadas que experimentan las zonas bajas y cálidas del país entre noviembre y abril. Se encontró una correlación entre los brotes y fenómenos climáticos, especialmente con la intensidad de “El Niño”.
Las Encuestas Nacionales de Demografía y Salud muestran elevadas cifras de enfermedad y mortalidad en la niñez boliviana por Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAs) e Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs). Con el cambio climático se intensificarán las temperaturas extremas y la incidencia de IRAs sería mucho mayor.
Las EDAs bacterianas predominarán en municipios de zonas bajas durante las épocas lluviosas, cálidas y de transición. En cambio, las EDAs virales predominarán en los meses fríos o de transición invierno, en municipios más altos con clima influido por la Cordillera de los Andes.
En general, la magnitud de las epidemias vinculadas con el cambio climático es incalculable.
  • Disminuirá el agua
La cantidad de agua en Bolivia al año supera los dos mil kilómetros cúbicos, según datos del Comité para la Gestión Integral del Agua. Esto corresponde aproximadamente a 50.000 metros cúbicos anuales por habitante, considerado “un elevado suministro de agua dulce”, por los expertos que realizaron el análisis económico para el Gobierno y la Unesco.
Sin embargo, los mismos especialistas indican que se trata de una disponibilidad aparente, que está distorsionada por varias razones. La primera de ellas es que no es igual en toda la nación. La segunda es por lluvias concentradas en una corta estación en relación a una larga época seca. La tercera está relacionada con la falta de tratamiento para consumo humano, la ineficiencia y mal uso en el consumo humano y riego.
La situación de Bolivia y su tipo de territorio somete periódicamente al país a sequías e inundaciones de magnitud. Existen áreas con precipitación por encima de los 3.000 milímetros por año a corta distancia de otras con menos de 300 milímetros, en latitudes similares.
En realidad, la disponibilidad de agua es restringida en la cuenca del Plata y del Altiplano. En menor magnitud, también hay disponibilidad restringida en la cuenca amazónica, porque el 90% de las lluvias se concentran entre octubre y marzo.
Adicionalmente, los sistemas de riego presentan ineficiencias de aplicación entre el 30% y 50%, mientras que las fugas en sistemas de distribución de agua urbana alcanza el 50%.
Si por efecto del cambio climático las lluvias aumentan o disminuyen hasta en 15% y la temperatura aumenta sólo un grado y medio, considerando el incremento de la población y el consumo de agua, para el año 2050 el PNCC pronostica un déficit anual de más de 650 millones de metros cúbicos de agua en la cuenca del Amazonas, más de 680 en la del Plata y más de 690 en la del Altiplano.
Además del consumo humano y agropecuario, el déficit de agua podría generar una crisis de energía eléctrica considerable, especialmente en grandes ciudades durante la época sin lluvias, porque cinco de las ocho empresas generadoras del país son hidroeléctricas. Muchas familias caminan diariamente para conseguir agua.
  • Los bosques cambiarán drásticamente
El PNCC evaluó la magnitud de los cambios en los ecosistemas para los años 2010, 2030, 2050 y 2100, en base a estudios previos aplicando modelos computarizados de simulación. Utilizó escenarios climáticos desarrollados por el IPCC y alimentó los modelos con datos registrados durante 30 años, por 44 estaciones meteorológicas del país. Los resultados indican que el bosque húmedo templado desaparecerá completamente en Bolivia hasta el año 2050. Actualmente, tiene 14.000 kilómetros cuadrados y está ubicado en la vertiente oriental de los Andes. Su temperatura promedio está entre 14 y 16 grados centígrados, y sus lluvias llegan de 700 a 1.000 milímetros al año. La estepa espinosa templada fría se reducirá en casi el 95%. Actualmente ocupa un poco más del 2% del territorio nacional, con más de 25 mil kilómetros cuadrados. Se caracteriza por temperaturas entre 6 a 10 grados centígrados y lluvias de 200 a 300 milímetros al año.
El bosque húmedo subtropical desaparecerá en casi el 80%. Ocupa actualmente cerca del 30% del territorio nacional, en casi 320 mil kilómetros cuadrados. Está situado en el norte y el este del país, en los departamentos de La Paz, Pando, Beni y Santa Cruz. Presenta temperatura media superior a los 22 grados centígrados y lluvias de 1.500 milímetros al año.
También desaparecerá la mitad el bosque húmedo templado frío, con más de tres mil kilómetros cuadrados actuales, ubicado en el noreste del lago Titicaca. El bosque seco templado tendrá una reducción del 40%, mientras que los bosques: seco subtropical, pluvial subtropical, y muy húmedo tropical, perderán aproximadamente un tercio de su actual superficie cada uno.
Habrá tipos de bosque que se mantendrán pero otros que aumentarán su extensión, como el húmedo tropical, que llegaría a duplicar su extensión. Ese bosque forma una delgada franja de que va del centro del país hacia el noroeste, corriendo paralelo al pie de la cordillera de los Andes. Ahora ocupa 18 mil kilómetros cuadrados, tiene 25 grados centígrados de temperatura promedio, y lluvias de 1.900 milímetros al año.
La extensión del bosque húmedo tropical sería posible porque, debido al cambio climático, muchas corrientes de aire cargado de humedad ya no podrán subir los Andes. La consecuencia sería el incremento de lluvias al pie de la cordillera, lo que aumentaría drásticamente la extensión de ese tipo de bosque.
También experimentarán fuerte crecimiento los bosques tropicales secos y muy secos, localizados en el sur y sureste del país. Pero al contrario de los bosques húmedos, su crecimiento muy posiblemente será por la disminución de lluvias. En otras palabras, bosques que hoy son húmedos, se transformarán en bosques secos.
Para tener idea de lo que se perderá o transformará, basta recordar que Conservación Internacional (CI) define a Bolivia como “punto caliente” o hotspot.
Una parte de su territorio está ubicado entre el extremo este de los Andes y se extiende hasta bordear la Amazonia. Esa porción es el 0,2% de la superficie del mundo y alberga sólo el 3,5% de los bosques originales del planeta que quedan en pie. Pero contiene entre el 30% y 40% de la diversidad biológica mundial y más de tres cuartas partes de las especies vegetales del planeta.
  • El Programa Nacional de Cambio Climático
El PNNC mantuvo su personal durante quince años, desde 1995 hasta 2009, algo inusual en la política boliviana, en la que los funcionarios del Estado son despedidos con la llegada de cada nuevo Gobierno. Durante ese tiempo “vimos pasar siete presidentes, doce ministros y otros tantos viceministros… Algunos duraban sólo dos o tres meses”, dice Óscar Paz Rada, el Coordinador del Programa, a quien el actual Gobierno no renovó su contrato, al igual que al resto del personal.
Esa desacostumbra continuidad de gestión permitió que el PNCC recoja mucha información, genere nueva, e implemente proyectos. Bolivia tiene un Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, que las cuantifica en su totalidad, por sectores, y las compara con el resto del mundo. Así, por ejemplo, en el año 2000, mientras la emisión promedio por persona en el mundo era de 2,43 toneladas de dióxido de carbono por consumo de energía, en el país era casi tres veces menos (0,84 toneladas).
Sin embargo, cambia el panorama cuando se analiza las emisiones bolivianas por sectores. La mayor fuente de emisiones es el cambio en el uso de la tierra y silvicultura, comúnmente conocido como deforestación, con el 65,21%. Le sigue la agricultura con el 17,68% y luego el sector energético con el 15,66%. El sector residuos emite sólo el 0,81% y los procesos industriales apenas el 0,64%.
Con el Inventario de Emisiones, estudios de impactos y vulnerabilidad en diferentes regiones del país, y otros complementarios se elaboró el Plan Nacional de Acción para el Cambio Climático.
Posteriormente se produjo la Estrategia Nacional de Implementación y el Mecanismo Nacional de Adaptación al Cambio Climático. Además, el PNCC produjo las “Comunicaciones Nacionales”, una especie de reportes o informes que cada país debe presentar a las Naciones Unidas (ONU), describiendo los avances y la situación actual.
  • Otros proyectos
Los registros oficiales mencionados incluyen otros 25 proyectos. Varios están orientados a reducir los efectos del cambio climático en la producción rural y la seguridad alimentaria, con distintos énfasis: recuperación de especies nativas, pruebas con diferentes épocas de siembra y variedades de cultivos, manejo local de los recursos naturales…
En el campo forestal, hay un grupo de proyectos de reforestación en áreas degradadas, y se cuantificó el dióxido de carbono capturado por concesiones forestales amazónicas, en las que se realiza aprovechamiento forestal sostenible.
Igualmente se elaboró un mapa de áreas con potencial para arborización dentro del Mecanismo para el Desarrollo Limpio -MDL de la ONU. Con este mecanismo, países industrializados mitigan gases de efecto invernadero en naciones menos industrializadas. A cambio reciben “créditos” que pueden descontar de sus emisiones, mientras que los países anfitriones reciben tecnología avanzada gratuita.
Para ambos resulta más barato, con mayores beneficios, y con menos emisiones a la atmósfera. Otro grupo de proyectos están relacionados con el agua: se ocupan de mitigar efectos de sequías, microadaptación a aguas de lluvia y micro-climas, o la utilización del balance hidrológico como alerta temprana del cambio climático. El agua también vincula el campo con las ciudades, por lo que un proyecto estudia el deshielo de glaciares y el desabastecimiento de agua para agricultura y consumo humano, tanto en el campo como en las ciudades.
Tecnológicamente, existen proyectos de construcción de micro-centrales hidroeléctricas, cambio de matriz energética más limpia para la electrificación de una zona rural, y adecuación tecnológica para la obtención de biodiesel.
En otro orden, existen proyectos de desarrollo de capacidades en algunos municipios para enfrentar el cambio climático en su jurisdicción. También se estudió la relación del cambio climático con desastres naturales y con la polución, en una ciudad capital de departamento (equivalente a Provincia o Estado en otros países).
  • Uno de los primeros proyectos y el más reciente
Hace casi quince años atrás (1995) empezó la ejecución del Proyecto de Acción Climática Noel Kempff, el primero del mundo en su tipo que recibió certificación internacional de reducción de emisiones.
El proyecto evitó la deforestación de más de 800 mil hectáreas de bosque tropical alrededor del Parque Noel Kempff Mercado. Esto impidió la emisión a la atmósfera de casi un millón de toneladas de dióxido de carbono (989.622, exactamente). Este tipo de proyectos es relevante para países como Bolivia, con alto grado de emisiones por deforestación y degradación de bosques.
Hace poco empezó el Programa Indígena de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques en la Amazonia Boliviana (REDD - Amazonía).
Es el primero en el mundo con participación indígena y uno de los más grandes del planeta. Se realiza en 11 millones de hectáreas, que corresponden a 10 diferentes territorios indígenas continuos. El área está ubicada en tres departamentos y ocho municipios, tiene 1.360.000 habitantes y 5,5 millones de hectáreas de bosque.
El programa reducirá la deforestación actual de la zona que es 15 a 20 mil hectáreas por año, a un poco más de 7 mil. Lo hará a través del aprovechamiento sostenible y desarrollo de mercados para productos del bosque, como el cacao silvestre y la castaña. También con el patrullaje, control y fiscalización indígena de sus propios territorios.
En el aprovechamiento de productos del bosque, el programa capacitará indígenas en técnicas para la producción sostenible, administración, contabilidad y comercialización. Para el control, se desarrollará legislación y se procesará infractores por deforestación y extracción ilegal de madera ingresos económicos complementarios para los indígenas con pagos directos, premiando el buen manejo de sus recursos forestales, además de eliminar impedimentos legales e incentivos perversos a la deforestación.
El programa también dispone de un componente tecnológico muy fuerte, con vigilancia satelital integrada a bases de datos, en sistemas computarizados de alta capacidad. Esto permitirá vigilar a distancia la deforestación en tiempo casi real, y medir las emisiones actuales con estándares internacionalmente aceptados. Igualmente posibilitará verificar y certificar la reducción de emisiones posteriores.
  • Alianzas
Los dos proyectos anteriores son una buena muestra de las alianzas que se tejen para afrontar el Cambio Climático. El programa REDD-Amazonía está ejecutado por el Gobierno Nacional, una organización indígena, y una organización no gubernamental.
Participan dos reparticiones del Gobierno Nacional: la que se encarga del Cambio Climático y la responsable de Bosques. Los indígenas están representados por la Central Indígena del Oriente Boliviano - CIDOB, que agrupa todas las organizaciones de su tipo en las tierras bajas del país, que son un poco más de la mitad del territorio nacional. La organización no gubernamental, es la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN).
Por otra parte, en el Proyecto de Acción Climática Noel Kempff participaron el Gobierno de Bolivia, tres compañías energéticas norteamericanas, y dos organizaciones no gubernamentales, una nacional y otra extranjera.
Hay proyectos en los que el PNCC, representando al gobierno nacional, se alía directamente con municipios, cooperativas, universidades, centros de investigación, o consultoras. En todos hay fondos compartidos, y generalmente el PNCC aporta entre el 50% y el 80%, aunque hay casos excepcionales, tanto mayores como menores.
En el ámbito nacional y municipal, de alguna manera, se encuentra actividades y capacidades desarrolladas, lo que no sucede con los gobiernos intermedios. El
Programa Piloto de Cambio Climático del Gobierno Departamental de Santa Cruz, en alianza con FAN, responde a cubrir esa necesidad. El gobierno departamental obtiene experiencia, personal calificado y financiamiento extras al aliarse con la ONG.
Esta, en cambio, gana un nuevo espacio de acción e influencia.
  • Percepciones
Con todas las personas entrevistadas surgió algún espacio de intercambio informal y hasta subjetivo, luego de la recolección formal de información. En todas se encontró la percepción de que algo está mal y hasta muy mal. Las expresiones recogidas en comunidades indígenas son muy gráficas: “La Tierra está enferma”, “hay que calmar la fiebre de la Tierra”, “El Sol está más cerca”, “La naturaleza se está vengando”…
Esta percepción está asociada casi automáticamente a otra: la necesidad imperiosa de un cambio, reconocida ampliamente. Los más neutros hablan de la necesidad urgente de cambiar los “los hábitos actuales de producción y consumo”, pero algunos van más allá.
Hablan de una especie de “cambio de civilización”, que sugiere nuevos conocimientos, actitudes y prácticas, no sólo de las personas sino también de las instituciones. Dejan entrever que habrá hasta un cambio en la economía y la política. Que todo será transformado, que habrá nuevos ideales, que nuevas formas de concebir y vivir la vida serán desarrolladas, individual y mundialmente.
Todo lo anterior se habla con cierto recelo, por el peligro de parecer “poco serio”, o para no caer en el descrédito de “pretensiones proféticas”. Pero donde se invade “terreno prohibido” es cuando se llega a mitos o profecías indígenas. En algún caso un indígena me dijo muy diplomáticamente: “eso es interno”, sugiriendo que es sólo para su gente. Otros admiten escuetamente la existencia de esas profecías indígenas, pero sin dar mayores detalles, como Jaime Gonzales Humpire, técnico indígena de la Mesa de Cambio Climático de la Cidob.
El reconoce que “las tradiciones indígenas es un tema pendiente, aunque no hay que sobredimensionarlas”. Para Gonzales lo importante es más bien “solucionar los problemas indígenas con mayor capacidad de gestión de los recursos naturales, en el contexto del cambio climático”. Esas profecías hablan de una especie de “fin del mundo” para el nacimiento de uno nuevo y mejor, pero con el colapso dramático del actual. Incluso hay hasta una fecha probable que flota alrededor de conversaciones de este tipo. Es el año 2012, famoso internacionalmente por ser el “fin del mundo” en el calendario Maya. Pero también se lo menciona en los Andes, al igual que en la India.
  • ¿Hacia un nuevo mundo?
Mito o realidad, lo cierto es que esas percepciones existen, reflejando el reconocimiento de una amenaza, el temor a lo desconocido, y la esperanza de un mejor futuro. Lo cierto también es que el desafío del cambio climático es mayor a todas las capacidades existentes y que no hay institución alguna capaz de hacerle frente o de liderar incuestionablemente al resto.
Por lo tanto, deberemos aprender a colaborar, compartir, cooperar, a sumar conocimientos y esfuerzos. Debemos re-inventar nuestras vidas y nuestras instituciones, al igual que lo hizo la NASA, cuando debió trascender la organización tradicional administrativa, para responder al desafío de llegar a la luna. La humanidad parece enfrentar el mayor de todos sus desafíos. Pero ya sucedió antes. Sólo basta recordar lo terrible que parecían las cosas después de la Segunda Guerra Mundial, o de la Gran Depresión de los años 30, o las pestes bubónicas de Europa en la Edad Media.
Sin embargo, la humanidad siempre logró encontrar una salida, después de cada caso. Hago este comentario muy personal, sólo para dar paso a una última percepción: la esperanza y su gran opuesto, la desesperanza.
Para unos, todo está perdido; para otros, el cambio climático es sólo el necesario principio doloroso de un mejor mundo. Y aunque por cada esperanzado encontré dos desesperanzados, me di cuenta que la esperanza, la convicción o la fe, también influirán en nuestra capacidad de respuesta al cambio climático.
Si creemos que habrá una solución, quizás nos ponemos en mejores condiciones para encontrarla y, con toda seguridad, nos dará energía adicional para mantener un gran esfuerzo creativo o de actividad. Por ahora he descubierto tres caminos: adecuar mi mentalidad a la nueva realidad, modificar mis hábitos de consumo hacia lo necesario y saludable, y exigir a los políticos respuestas efectivas al cambio climático. Cada uno debe descubrir y transitar sus propios caminos. ¿Qué caminos transitará usted?

*Este reportaje ha sido ganador de las Becas AVINA - Investigación Periodística para el Desarrollo Sostenible. Por su extensión, fue resumido.

Fuente: Revista Oh!


Un poco extenso, pero completo y realista informe sobre todo lo que podria suceder en nuestro pais. Pero como yo digo, DEPENDE DE LAS ACCIONES QUE TOMEMOS "AQUI Y AHORA" PARA QUE ESTOS EFECTOS SE NOTEN EN MAYOR O MENOR PROPORCIÓN como explica este texto. Es hora de tomar conciencia de que nuestro medio ambiente es lo mas importante.
Por otro lado, desconocia la existencia del Programa Nacional de Cambio Climático (PNCC), esperemos que a partir de ahora se note mas el trabajo que se realiza en esta institución para disminuir lo mas posible los efectos ya descritos claramente del cambio climatico. Intente acceder a su pagina de internet pero lamentablemente no esta disponible.
Y por último recordarles que otra forma efectiva de reducir la emisiones de gases que provocan el efecto invernadero es la implementación de fuentes de ENERGÍAS RENOVABLES